Por María de los Ángeles Pagola (*) (Especial para Turismocero)
"México es un país mágico. Actúa sobre el visitante como un gran mago, te va atrapando de a poco. Lo observas de costado, como por encima del hombro; te acercas a su diversidad cultural lentamente; lo comienzas a absorber a través de todos los sentidos y para cuando tienes que irte, lloras como una enamorada que debe abandonar a su amado."
"Recorrí el mundo de las grandes culturas mesoamericanas y encontré ese maravilloso sabor que las unió: el cacao. Y quizás sea su mayor particularidad, porque una vez que cruzó el Atlántico, como el famoso hilo rojo, unió a todos los continentes. Muy pocas personas se resisten al cacao o chocolate."
"San Cristóbal de las Casas es la joya del Estado de Chiapas. Fundada en 1528 y, más allá de su atractivo turístico, es una ciudad valiosa por su interculturalidad e historia; callecitas que suben y bajan abruptamente; casas coloniales de mil colores que no pueden modificarse; patios que recuerdan la influencia española; Iglesias con un fuerte sincretismo religioso; mujeres artesanas que bajan de las montañas con sus polleras de lana negra de oveja, colocando en las ferias sus productos: bordados que entrecruzan miles de años de contacto entre las fibras vegetales y la puesta en escena de un gran vestido o tapices con la vegetación autóctona o los dioses precolombinos bordados en ellos. San Cristóbal y Chiapas, por ende, es más que un recuerdo folclórico o una fotografía de las vacaciones, es un encuentro con el México profundo.
Aún existen grupos étnicos que mantienen su lengua originaria y luchan por mantener su bioma sin invasiones modernas."
"Es hechizante y se debe en gran parte al misticismo de la cultura tzotzil, el pueblo maya originario de esta región, cuya presencia no sólo es física sino espiritual y eso se siente en la cotidianidad de la ciudad. Es fácil sentirse capturado por el ritmo de vida, la paciencia y el trato amable de la gente."
"En esta ciudad, donde uno recorre con un solo pestañeo la época precolombina, la colonial y la actual, hay un sitio delicioso: El Museo del Chocolate. Entrar a este espacio es algo lúdico, vuelves a la niñez. En mi caso, robarle a mi abuela sus chocolates, o esperar a mi padre que venía del pueblo con golosinas, o tardes de invierno compartidas con el brebaje y unos churros….todos tenemos recuerdos con el cacao que activan otros."
"Es un espacio donde recorres la Historia del cacao, puedes ver las diferentes semillas y frutos. Sus variados colores. Las modalidades en que se prepararon. Su historia como parte del tributo a los líderes de las diferentes culturas. Lo puedes saborear en todas sus variantes, desde el milenario cacao puro y amargo, pero no menos sabroso, al actual chocolate, puro o acompañado."
"El Cacao tiene su origen hace más de diez mil años en las costas de Mesoamérica. Los pueblos ancestrales de estas regiones hacen uso de esta planta desde hace cinco mil años. Investigaciones permiten afirmar que las semillas de cacao criollo, que se producen en los territorios del sureste de México y norte de Centroamérica, son las que tienen excelentes cualidades para hacer los mejores chocolates del mundo."
"En época de los aztecas el chocolate era considerado como un alimento con cualidades especiales vinculadas con el placer. Los reyes lo bebían en un preparado espumoso en las reuniones nocturnas con sus esposas. Esto de alguna forma muestra la relación del chocolate en la antigüedad y su relación con el placer. De aquí el mito de su valor afrodisíaco, algo que la ciencia no confirma, pero no puede negar tampoco…el chocolate aparece en todas las imágenes sensuales y eróticas hasta hoy, inclusive."
"Cuando caminas San Cristóbal te cruzas con señoras de las diferentes etnias, que muy amablemente, te ofrecen su cacao casero. No hay que dejar de probarlo, es única su receta. Lo introduces en tu boca, cierras los ojos, lo saboreas, reconoces su textura y ahí sabes que no puedes dejar de volver a México…porque el chocolate es eso: la fusión de lo ancestral y los sentimientos activados a su máximo esplendor."
(*) María de los Angeles Pagola nació en Tandil y es profesora de Historia graduada en la UNICEN (Universidad Nacional del Centro); docente secundaria (retirada) y catedrática universitaria. Dirige cuatro talleres para adultos mayores del proyecto universitario de la Universidad Nacional del Centro. Ha brindado numerosas conferencias en el Centro Vasco de Tandil; recientemente en la Casa de la Cultura, en la presentación del libro “Sencillamente mujeres…” de Rosario Mendiguren; en la apertura del Congreso de Gerontología y en el Encuentro de Daneses. Ha efectuado publicaciones en el Diario El Eco de Tandil y actualmente es colaboradora de Turismocero.