Estos datos están basados tomando en cuenta un escenario de tres meses como mínimo de restricciones a partir de finales de marzo, y utilizando también algunas estimaciones recientes que apuntan a que el desbloqueo de la actividad económica en España no se producirá antes de mediados de mayo-finales de junio (Deutsche Bank, Boston Consulting Group, etc) o la segunda mitad de 2020 (FMI).
El sector turístico atraviesa unos momentos de “tremenda incertidumbre”, por la situación que atraviesa el país y por las medidas restrictivas que se puedan ir levantando en las semanas sucesivas en función de a evolución de la pandemia, según la fuente.
Aparte de las nuevas prórrogas del estado de alarma que, de por sí, ya impiden arrancar ninguna actividad turística, aún se desconocen los protocolos y restricciones que puedan afectar la libre movilidad por el territorio nacional o europeo, las condiciones para la apertura de establecimientos o para el disfrute colectivo de ocio en espacios públicos, añade.
Un panorama letal
De ahí que, según Exceltur, resulte “letal” para las expectativas turísticas de la temporada de verano y de cierre del año, si se confirman las muy recientes conjeturas de la UE (que desaconseja reservar viajes en julio y agosto) o las manifestaciones recientes de varios ministros (alertando sobre la no reactivación antes de fin de año o medidas sanitarias en playas, claramente disuasorias para el turismo). Sin contar que, hasta la fecha, tampoco hay una unidad de acción europea al respecto, añade.
El caso es que, según el informe en el que se han analizado siete comunidades autónomas, el momento actual habla de más de 90 millones de pérdidas y una caída del 60,7 % e la actividad turística con respecto a 2019.
Pero también se plantea Exceltur un escenario todavía peor, a tenor de las últimas declaraciones de los ministros de Consumo, Trabajo y Hacienda, que consideraron que el levantamiento de restricciones para la recuperación del turismo no llegaría hasta finales de año, palabras que, sin embargo, no han sido ratificadas ni por la ministra de Turismo ni por el propio presidente del Gobierno.
Pero de ser así, el turismo se enfrentaría a una pérdida de 124.150 millones de euros y una caída del producto interior bruto turístico del 81,4 %, según la fuente.
Un volumen de pérdidas que “ningún sector económico podría resistir sin verse arrasado antes por el camino”, si no se aplica un plan de rescate de emergencia muy superior al actual para salvar con menores garantías, buena parte de un tejido empresarial más deteriorado y su empleo”, según Exceltur.