Una de las importantes peticiones que realizó la Asociación al Gobierno durante la pasada versión de la Vitrina Turística de ANATO se relacionó con la implementación de mayor vigilancia y control, por parte de las autoridades competentes SIC y Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, para disminuir los índices de informalidad en el país.
Si bien el último reporte del Centro de información Turística (Citur), publicado recientemente por el MinCIT, reporta un considerable crecimiento en la inscripción de prestadores de servicios turísticos en el Registro Nacional de Turismo (RNT) de un 71% durante los últimos 7 años, pasando de 15.883 en 2010 a 27.206 en 2017, la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo insiste en una labor más fuerte para acabar con la informalidad, un tema que ha traído pérdidas para el sector.
De acuerdo con el informe de la cartera, con corte al 31 de diciembre de 2017, más de 6.400 Agencias de Viajes contaban con el Registro Nacional de Turismo vigente.
“Necesitamos seguir sumando esfuerzos para erradicar la informalidad turística en Colombia. La obtención o renovación del RNT no ha sido una medida suficiente para frenar esta problemática que tanto ha afectado a nuestras empresas”, señaló Paula Cortés Calle, presidente de ANATO.
Y agregó que, teniendo en cuenta que las Agencias de Viajes Asociadas han trabajado fuertemente por obtener un local comercial, cumplir con las obligaciones en parafiscales, pago de impuestos, contratación de personal, cumplir con la norma de sostenibilidad, entre otros, requieren estímulos, porque si bien se reconoce la labor que han desempeñado la SIC y el MINCIT, el problema sigue presentándose, creando una competencia desleal y afectando a quienes trabajan bajo la legalidad.
Cortés Calle, durante el acto inaugural de la Vitrina Turística de ANATO 2018, afirmó que no pueden existir prestadores que no cuentan con los requisitos mínimos de ley, y que con la presencia de vendedores ambulantes que ofrecen productos sin estar registrados, elevando la informalidad en la prestación de servicios turísticos, genera consecuencias directas en el consumidor y crea una mala imagen sobre el trabajo que desempeñan las empresas turísticas.