El Playas Hotel es un ícono de Pinamar, que sin perder su estilo clásico, asombra con su moderna renovación y con un fuerte compromiso con la cultura.
Sus instalaciones reciben al visitante con elegancia y confort propios de un hotel con estilo e historia. La puesta en valor de sus instalaciones originales permite disfrutar de servicios de calidad en un ambiente con carácter. Se sorprenderá por su entrada, sus salas de estar, el bar, el spa con piscina cubierta climatizada y sus esculturas.
Pero Pinamar y el hotel tienen su historia y el lector estará ávido de conocerla… y en el contexto descubrir que el Playas Hotel fue parte del proyecto inicial del conjuntos arquitectónico y urbanístico de la ciudad, además del año de su fundación.
Es la cabecera del partido homónimo, al este de la provincia de Buenos Aires. Por ruta, se sitúa a 342 km de la ciudad de Buenos Aires. También se puede llegar por autobús o por avión al cercano aeródromo de Villa Gesell.
Esta localidad pertenecía al partido de General Madariaga, hasta que en el año 19781 se creó el actual partido independiente de esta localidad como una de las ciudades turísticas top de la Argentina, destacándose por la alta cantidad de turismo que recibe y por el alto poder adquisitivo de gran parte del mismo.
La urbanización de Pinamar es singular, ya que en gran medida se ha acomodado al relieve de las dunas y debido a eso posee numerosas calles curvilíneas. La presencia de dunas exigió la forestación de las mismas con coníferas desde 1941 por el arquitecto Jorge Bunge. La abundancia de coníferas implantadas frente a las costas del mar Argentino ha dado el nombre a la localidad.
El concepto urbanístico de Ciudad Jardín fue pensado para construir un nuevo balneario y que adoptó el nombre de la empresa que hizo el desarrollo de la ciudad: Pinamar S.A. Existen allí magníficos pinares que se encuentran en el área y que fueron plantados por la empresa durante más de 70 años. Dunas y bosques conformados por pinos, aromos, acacias y eucaliptos contribuyen a la belleza de su paisaje haciendo de Pinamar un lugar que se destaca como una de las ciudades turísticas de mayor renombre de la costa atlántica argentina.
A mediados del siglo XX el arquitecto Jorge Bunge tuvo la idea de facilitar a muchos el acceso a estas amplias playas, fundando la ciudad de Pinamar. El original proyecto fue hacer un balneario en el que el verde de la naturaleza formara con el mar un armonioso conjunto, aplicando conceptos urbanísticos muy avanzados para la época. Implementó desde sus comienzos el conjunto de prioridades, creando así un agradable lugar de descanso para disfrutar en familia y con amigos.
Estas tierras eran dunas que formaban una barrera al mar. Bunge, que había estudiado en Nicaragua no sólo Arquitectura e Ingeniería sino también Urbanismo, hacia fines de los años 30 pensó en fijar las dunas, propiedad de Valeria Guerrero, forestarlos y urbanizarlos. Estudió las características y posibilidades de la zona, teniendo en cuenta que ya existía un ramal ferroviario. Dio forma a su proyecto con una empresa denominada PINAMAR S.A., junto con la señorita Guerrero y el señor Franco Moschella. A ellos se sumó un grupo interesante de personas, entre los que había hombres de campo, industriales y profesionales animados por el afán de superar un verdadero desafío.
En el año 1940 se iniciaron los estudios y pruebas previas, así como las construcciones básicas indispensables para brindar infraestructura al proyecto.
En 1941, comenzó la fijación y forestación de las dunas en gran escala con métodos inéditos para la Argentina.
En 1942 se comenzó la urbanización; se extendió la red vial, se construyeron casas para el personal jerárquico de la empresa y se finalizaron los estudios específicos sobre los recursos naturales y las características climáticas del lugar, datos imprescindibles para la realización del Plan Director que proyectaría la conformación integral del paisaje que se quería trazar.
El 14 de febrero de 1943, se inauguró Pinamar como balneario y se abrió al público. Se construyó e inauguró el Playas Hotel, la Usina eléctrica y un pequeño Centro Comercial. Se prosiguió con las plantaciones para seguir fijando sus dunas. Se donaron fracciones de tierra para la construcción de la Escuela, la Sala de Primeros Auxilios, el Centro Cívico, el Destacamento de Policía, la Estación de Meteorología y la Iglesia. Se construyó una fábrica de tejas, baldosas y otros elementos para la construcción. Se concretó el camino provincial.
En 1944, se presentó el Plan Director a la Provincia de Buenos Aires, el que fue aprobado. Se extendió la red vial diferencial con la pavimentación de las calles principales de Pinamar. Se tendieron redes eléctricas y de agua corriente, y simultáneamente se urbanizaron las primeras zonas en forma definitiva. En 1945, se vendieron los primeros lotes y comenzó la construcción un núcleo de viviendas permanentes y de casas para veraneo. En ese mismo año se inauguraron la primera cancha de golf, la Escuela, la sala de primeros auxilios, la Iglesia Nuestra Señora de la Paz, la Cooperativa de Agua y Luz, el teléfono público, el correo y el muelle primitivo.
Se siguieron haciendo mejoras en los servicios: restablecimiento del servicio ferroviario desde Buenos Aires, que incluyó la construcción de una nueva estación ferroviaria inaugurada en 2001, servicio telefónico de avanzada para la época, gas natural en algunas zonas y últimamente la ruta de acceso desde Buenos Aires.