El Departamento General Felipe Varela vivió una gran temporada, y ya se prepara para Semana Santa.
Lejos de los lugares con playa y arena, la provincia en general –y el oeste en particular- se fue convirtiendo en los últimos años en un sitio turístico cada vez más apreciado por viajeros locales y extranjeros. En sus bellezas naturales –Parque Nacional Talampaya, Laguna Brava, Cañón del Triásico, entre otras- en su excelente gastronomía y sobre todo en la atención y la amabilidad de su gente, se pueden encontrar algunas de las razones por las cuales miles de familias siguen eligiendo a La Rioja para descansar y desconectar de la rutina.
En lo que refiere a la temporada de verano, un caso paradigmático fue el del Departamento General Felipe Varela, punto ineludible y base ideal para conocer el oeste riojano. Como explica la Lic. Nadia Barrera, secretaria de Turismo municipal, “tuvimos una temporada muy buena, con excelentes niveles de ocupación y turistas que siguen llegando a diario desde todo el país a visitarnos”, detalla, y se muestra optimista respecto del futuro cercano: “Todavía no terminaron las vacaciones, pero ya nos estamos preparando para Semana Santa porque recibimos consultas y reservas todos los días para esas fechas”.
Y es que este año, los feriados por Semana Santa –Jueves Santo y Viernes Santo- se “juntarán” con el lunes 2 de abril, “Día del Veterano de Malvinas”, y muchos aprovecharán para tomarse unas primeras o segundas vacaciones y disfrutar del fin de semana extra largo. Desde la Cámara de Turismo de Valle del Bermejo confirmaron el alto nivel de reservas, y recomendaron a los interesados en visitar el destino planificar las cosas con tiempo para garantizar el alojamiento y las excursiones que se deseen hacer.
¿Qué hacer en el oeste de La Rioja?
La visita imperdible, ícono de la provincia y uno de los lugares más bellos e interesantes del mundo, es el Parque Nacional Talampaya. Pero haciendo base en Villa Unión del Talampaya –cabecera del Departamento General Felipe Varela y centro de servicios más importante de la zona- se pueden pasar unos días intensos con actividades y sitios hermosos para recorrer. A menos de 10 kilómetros se pueden visitar la pequeña localidad de Los Palacios, famosa por la gran cantidad de viñedos y productores de vino artesanal; el Cañón del Anchumbil, donde nomás empezar el trayecto se encuentran gigantes e imponentes formaciones rocosas rojizas que dan la bienvenida a los visitantes, Banda Florida, a la cual se accede cruzando el mítico Río Bermejo y donde las montañas y los cerros multicolor son testigos de las excursiones de turismo aventura, con cuatriciclos, bicicletas o camionetas 4x4 que organizan las distintas cooperativas locales.
Sobre la RN 76, a medio camino entre Villa Unión y el Parque Nacional Talampaya, se encuentra la localidad de Pagancillo, lugar que merece la visita, presentándose como un pueblo pintoresco que parece detenido en el tiempo. La paz y la quietud que se respiran no deben engañar al visitante, ya que es un lugar de gente trabajadora, con una producción interesante de vinos, dulces de tomate, higos, alcayota y muchas otras frutas en almíbar. Sobre la calle principal algunos locales con productos regionales ofrecen además exquisitas piezas de talabartería y esculturas en piedra talladas a mano, con figuras de rostros y animales que impactan por su belleza.
Saliendo de Villa Unión y yendo hacia el este por la famosa Ruta 40, un cartel sobre la ruta indica la entrada a Aicuña. Es uno de esos lugares a los cuales se va tal vez para curiosear o pasar el rato, pero que sorprenden con su belleza apenas comienza el ascenso por el cerro. El turista es recibido con alegría y amabilidad, la típica hospitalidad de quienes desean que el visitante transmita a otros su fascinante experiencia de probar vino casero, dulces, empanadas y regionales, en un pueblo rodeado de cerros y montañas. Saliendo de Aicuña y siguiendo en dirección al este, aparece la espectacular Cuesta de Miranda, un camino con curvas y contracurvas, subidas y bajadas, y paisajes y colores que merecen la tapa de cualquier folleto turístico.
Hacia el oeste
También por “la 40”, hacia el oeste de Villa Unión, se puede visitar el increíble Vallecito Encantado, excursión que se recomienda hacer con alguna agencia de viaje o guía local. Como su nombre lo indica, este valle ofrece un escenario que parece extraído de una película de ciencia ficción: las rocas emergen de la superficie con formas que exceden lo curioso, emulando copas, barcos, alguna una gran pelota de fútbol y todo lo que la imaginación permita.
Y siguiendo por la Ruta 40 unos kilómetros más se llega a Guandacol, claramente identificada gracias al cartel, pero mucho más por el monumento al famoso caudillo Felipe Varela, quien vivió gran parte de su vida esta localidad, y de quien el Departamento General Felipe Varela tomó el nombre. Allí viven unas 5 mil personas, y es uno de los lugares más visitados por los turistas, muchos de los cuales van a conocer la casa donde vivió Felpe Varela, la Iglesia de San Nicolás (de finales del siglo XVIII, es la más antigua del Departamento) y el Olivo Histórico, que según cuenta la historia, dio sombra a las tropas del Ejército de los Andes que marchaban hacia Chile.
¿Cómo llegar?
Desde todo el país se puede acceder en auto: desde San Juan, por ejemplo, a través de la legendaria Ruta 40 y la nueva Ruta 150, que lleva al Parque Provincial Ischigualasto. Desde Córdoba, por la RN 38 hasta Patquía, y desde allí tomar la Ruta 150 para finalmente empalmar con la RN 76. Desde Buenos Aires se puede ir en avión hasta La Rioja o San Juan, y desde allí en micros públicos o combis privadas. Desde las provincias cercanas, sin dudas la mejor opción será en auto o micro.
La Rioja La Rioja La Rioja La Rioja La Rioja La Rioja