Tentate con mil colores cálidos que te van a abrigar el alma. Tentate con senderos de hojas secas del color del chocolate y con atardeceres imperdibles. ¡Tentate! Viajar a Bariloche en otoño es descubrir y redescubrir toda la belleza única de la Patagonia.
Los increíbles panoramas del Circuito Chico. La imponencia del Cerro Catedral. La grandiosidad del Nahuel Huapi. ¡Y entonces de repente las sensaciones se convierten en sabores! Un cordero patagónico a las brasas, ahumados, una cerveza artesanal, nuestros legendarios chocolates y miles de tentaciones más. Otoño es la época ideal para caminar por la ciudad, parar en cada casa de té, o sentarte a leer al calor de una chimenea.
Cerros y Refugios, una experiencia inolvidable en la cima de la naturaleza. Los cerros son los guardianes de la ciudad. Protegen al visitante, lo rodean y convierten en uno de los destinos turísticos más visitados de la Argentina y del continente.
Si estás visitando Bariloche no podes dejar de conocer alguno de nuestros imponentes cerros y pasar por uno de sus refugios.
Cerro Catedral:
Todo aquel a quien le guste esquiar no puede dejar de visitar el Cerro Catedral, el mayor centro de esquí del Hemisferio Sur, con una amplia infraestructura de servicios para la práctica de los deportes invernales.
Está abierto durante todo el año y se accede muy fácilmente desde el centro de la ciudad. Además, en el cerro se encuentra el refugio Frey, ideal para aquellos que adoran las caminatas por la montaña.
Existe una nueva pista de entretenimientos para disfrutar en la Base del Cerro Catedral, a escasos metros del estacionamiento. Son gomones que se deslizan a gran velocidad por una pista sintética, especialmente preparada para que grandes y chicos se diviertan en familia. Tiempo estimado de recorrido 1/2 día.
Cerro Tronador:
El Tronador es el cerro más alto de los alrededores de Bariloche. Luego de un camino repleto de curvas y contracurvas, con vistas al glaciar Ventisquero Negro y a diversos lagos y ríos, la grandeza del Tronador impacta al visitante a medida que se acerca a él.
Una experiencia única, tanto para caminar o cabalgar a lo largo de los senderos del cerro como para hospedarse en algunas de sus hosterías, campings y refugios. Tiempo estimado de recorrido
1/2 día, aunque es un programa ideal para pasar el día. Existe un horario para subir y otro para bajar, siendo las 14 hs. La hora límite, salvo que las autoridades la cambien en temporada invernal. Es aconsejable pasar por la oficina de turismo de la ciudad previo al ascenso.
Cerro Otto:
Lo más atractivo del Cerro Otto es que se encuentra prácticamente en la ciudad, por lo que es posible llegar hasta él, caminando. Pasar una tarde en su famosa confitería giratoria se ha convertido en una experiencia imprescindible para todo aquel que quiera echar un vistazo a la ciudad desde la belleza de sus cerros.
El cerro también cuenta con varios refugios, desde los cuales se pueden recorrer los bosques y estar en contacto directo con la naturaleza. El nuevo Complejo Recreacional, permite disfrutar y divertirse cruzando un Puente Colgante de 35 metros de largo a una altura de 7 metros, por entremedio de un frondoso bosque de lengas, así como recorrer la Cabaña de los Espejos, para reír y fotografiar siluetas deformadas graciosamente.
Y en el Parque Piedras Blancas funciona Zipline, el recorrido más largo de Sudamérica que genera la sensación de "volar", de manera segura, divertida, y en pleno contacto con la naturaleza. Consiste en deslizarse por un cable desde una plataforma de salida hasta el puesto de llegada, atravesando a gran velocidad todo el bosque en posición similar al vuelo rasante de un ave.
