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DESTINOS

Catamarca invita a una Semana Santa llena de los mejores paisajes

Catamarca cuenta con un gran número de atractivos y experiencias para recorrer y vivir el próximo fin de semana largo de Semana Santa, con propuestas válidas no solo para turistas, sino también para catamarqueños que quieran visitar lugares que están a muy pocos kilómetros de la capital provincial.

 

Si el punto de partida es San Fernando del Valle, hacia el Este hay circuitos de jornada completa que incluyen a la emblemática Cuesta El Portezuelo y sus mil distintos tonos de verde. Y otros que también proponen recorridos por este territorio verde de la geografía catamarqueña. Cualquiera que se elija transitar, asegura volver a casa con el corazón lleno de Catamarca.

 

Portezuelo, Guayamba y Dique de Collagasta

A 18 km de la capital, ya en territorio de Valle Viejo, encontramos la ruta provincial Nº 42 que asciende por la maravillosa Cuesta del Portezuelo, un camino zigzagueante entre la vegetación de montaña, que llega hasta los 1680 metros sobre el nivel del mar.  Pero antes de subir, puede visitar el Museo "Homenaje a la zamba Paisaje de Catamarca", y de paso se lleva unos ricos regionales para acompañar el mate.

Sobre la mitad del recorrido, a los 1.000 metros de altura, nos recibe el Monumento a Don Polo Giménez y Don Atuto Mercau Soria, autor el primero de la letra y la música de la zamba que se convirtió en Himno de Catamarca. Desde allí, el Mirador del Portezuelo regala la mejor postal del Valle, con sus mil distintos tonos de verde.

Seguimos camino ganando altura hasta llegar a la cumbre, donde los cóndores sobrevuelan oficiando de custodios de esas inmensidades. Siguiendo la misma ruta 42, el camino desciende hacia Guayamba, una pequeña villa turística que creció alrededor del río que la atraviesa. Guayamba es un lugar tranquilo, con servicios, agua y verde para disfrutar en familia o con amigos.

A tan solo 9 kilómetros de la localidad de El Alto, por un camino de tierra, se encuentra el Dique  Collagasta, una gran laguna rodeada de selva que posee un vertedero de varios metros de alto, por el cual cae el agua como una gran cascada, cuando sobrepasa su nivel.

 

Portezuelo, Anquincila, Río Los Molinos y Dique de Ipizca

Catamarca es conocida por sus montañas y los increíbles caminos que nos conducen por ellas. Al ascender por la Cuesta El Portezuelo, experimentamos la adrenalina junto con la fascinación del paisaje que aparece con cada nueva curva.

Una vez en la cima de la cuesta, la ruta se bifurca. La que se abre hacia la derecha -la RPNº 2- lleva hacia Anquincila atravesando paisajes que parecen de ensueño: el pastizal es como una alfombra que se extiende sobre las colinas, hacia todas las direcciones. De pronto nos metemos en una bonita cuestecilla que va por la quebrada hasta Los Morteros, donde encontramos bosques de quebracho, chañar y cebil. Seguimos camino entre colinas y bosques, atravesando pequeñas poblaciones.

El camino en zigzag en bajada nos conduce a la Villa de Anquincila donde encontramos la plaza que los sábados por la tarde se tiñe de colores, sabores y artesanías locales.  Anquincila es el lugar elegido por artesanos creativos, de manos mágicas, que ofertan artesanías en metal, piedra, cuero, textil, asta, hueso, etc.

Al costado de la plaza cruza un río manso, con verdes y prolijas costas, ideal para que jueguen los niños, mientras se cocina el asado o disfrutamos del sol.

Si buscan un río más caudaloso, se puede seguir camino a la Villa de Ancasti, donde se encuentra el río Los Molinos.  Allí si el clima acompaña se habilita el chapuzón o, de lo contrario, se puede practicar deportes náuticos o la pesca deportiva de pejerreyes y percas, entre otras variedades. Desde Anquincila al Dique de Ipizca hay pocos kilómetros y espera un bello espejo de agua rodeado de verde vegetación, ideal para pasar una tarde tranquila de mates y sol.

 

San Antonio de Paclín y Rio Balcozna

La Ruta Provincial N° 9 lleva a recorrer estos rincones catamarqueños de clima cálido y subtropical, donde el verde y el azul se adueñan del paisaje.

Las sierras y las porciones de la yunga que a lo lejos se divisan la transforman en una gran postal. Estos pequeños poblados rurales revelan imágenes, colores, aromas y sensaciones que invitan a volver una y mil veces.

El rio Balcozna tiene una característica que lo diferencia de otros ríos de la provincia, corre en sentido contrario a los demás: mientras que todos viajan de Norte a Sur, el río Balcozna cambia su rumbo debido a las consecuencias orográficas, más allá de esto, el rio bordeado de verde, aporta frescura y sosiego.

San Antonio de Paclín es un encantador pueblo rural del departamento Paclín, ubicado a solo 75 km de la capital provincial. Cuenta con un complejo de cabañas de muy buen nivel.

La región convida lugares propicios para la práctica de senderismo, pero antes de emprender la caminata, consulte con los vecinos del lugar sobre los senderos a recorrer y no salga de ellos, no solo por su seguridad sino también para cuidar la naturaleza y su ecosistema.

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