Talleres y bellas piezas realzan la experiencia de la estadía después de la playa y los paseos. Artistas transmiten la belleza natural del lugar a través de sus obras.
Hasta los recursos naturales del fondo del mar son transformados en obra maestra, transmitiendo un mensaje positivo a sus visitantes e irradiar la riqueza natural local.
La producción artística y artesanal de Porto de Galinhas va más allá de las postales y de los simpáticos retratos que enfatizan la fama del destino. Habilidosas manos locales transforman los materiales extraídos del fondo del mar en piezas únicas, transmitiendo un mensaje positivo en piezas que realzan la belleza natural y la hospitalidad locales.
“La creatividad de nuestros artesanos cautiva al visitante. La utilización de materiales locales y orgánicos, aportan color y originalidad a las piezas compradas como souvernir por nuestros visitantes”, destaca Otaviano Maroja, presidente de Porto de Galinhas Convention & Visitors Bureau, que apoya el trabajo e iniciativa de artesanos y artistas. La entidad busca posicionar la artesanía como uno de los pilares del turismo y de la economía local.
El artista plástico, Romero Marques, oriundo de Recifes pero desde 1974 que radica en el pueblo de 13.000 habitantes, practica pesca submarina y apnea desde los 9 años. Fue allí cuando creó una íntima conexión con el universo que hoy expone en sus trabajos. Sus obras y piezas de artesanía son confeccionadas por materia prima de los descartes de la fabricación de tablas de surf, de las capachas y fibras de los cocoteros, entre otros residuos extraídos del mar.
Además de un taller propio en la región de Maracaípe, donde residió hasta los 25 años, Marques todavía tiene su representación en Saphira & Ventura Art Gallery, en Nueva York, y ya marcó su presencia en eventos de carácter internacional, como la Semana de Artes de Miami. “Quiero siempre mostrar el celo con el medio ambiente como motivación para una vida mejor, armonizando personas, animales y nuestra naturaleza, reconoce el reciference.
Al igual que el oriundo de Recifes, Val Amorim transmite mensajes positivos e inspiradores en placas esparcidas por las calles, centros comerciales y en los menús de los restaurantes locales. Mensajes como “La felicidad está en las pequeñas cosas”, “No juegue sucio”, “La gente cosecha lo que siembra” o “No tenemos Wi-Fi, aproveche el momento” estimulan a los viajantes a vivenciar cada segundo del destino y a cultivar buenas prácticas ambientales
El artista ya fue destacado en ferias emblemáticas de la escena pernambucana, como Mundo Mix o el extinto Mercado Pop. Y confiesa “Lo que me inspira son las filosofías de vida, la naturaleza y el sentimiento genuino que viene de la simplicidad de quien reside en Porto”. Las manos de estos habilidosos profesionales, un festival de colores y formas originales, hacen a la cultura de Porto de Galinhas una cultura única, muy parecida a una postal.