Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
DESTINOS

Tres lagunas para refugiarse del calor

El paisaje de las lagunas bonaerenses es la opción ideal para explorar la naturaleza en cualquier época del año. Durante el verano la posibilidad de zambullirse en sus aguas o practicar algún deporte acuático se convierte en un atractivo especial para los días calurosos.

Los espejos de agua de Villarino, Chascomús y Lobos resultan una propuesta irresistible para quienes se deleitan con la tranquilidad, los asados al aire libre, la pesca y el ambiente familiar.

Atardeceres y flamencos

“El turista que nos visita ama la naturaleza y la exploración”. Así describió Marcos Kunich, director del municipio de Villarino, a quienes llegan a la laguna de Chasicó y al Lago Parque La Salada para disfrutar de su estadía.

Chasicó es una de las lagunas más grandes de la provincia de Buenos Aires con una extensión de doce mil hectáreas, y además es una de las más importantes en la pesca de pejerrey, según informaron desde la comuna.

Hasta esta región del sur provincial arriban pescadores deportivos de Río Negro, Mendoza, Córdoba y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La captura de piezas se puede realizar desde una embarcación o desde la costa.

El balneario de Chapalcó, ubicado sobre la laguna, se caracteriza por sus playas de suaves declives. “También vienen familias con hijos pequeños porque las lagunas tienen poca profundidad”, explicó Kunich.

Los aficionados a la fotografía buscan retratar la fauna y la flora lacustre y también la puesta de sol con su diversa gama de colores. Esa postal cromática se encuentra camino a la laguna. Se trata de un trayecto de 35 kilómetros por fuera de la Ruta Nacional 22, donde se ubican las salinas chicas que forman la depresión más profunda de la provincia por estar a 42 metros debajo del nivel del mar.

El cielo se espeja sobre la sal y el sol se refracta en ella, lo que lo convierte en un paisaje inolvidable. Además los atardeceres de noviembre y diciembre tienen una tonalidad entre violácea y rosada en la que se funden los flamencos.

En 1999 este lugar, compartido con Puán, fue declarado Reserva Natural de Objetivos Definidos Mixtos para proteger a más de 140 especies de aves y mamíferos, y diferentes variedades de plantas en peligro de extinción como el caldén. Es toda una aventura conocerlo a través de las visitas guiadas.

 

Además, esta villa turística cuenta con todos los servicios: cabañas, casas de alquiler, proveeduría, restaurante, baños y duchas públicas, fogones, camping, sala médica, policía, guardavidas y guardaparque.

La Laguna de los Lobos

Tanto el partido como la laguna deben su nombre a los coipos o lobitos de río que habitaban esta región. Fue una zona preciada para los Pampas y Querandíes por sus aguas, el barro arcilloso para hacer vasijas, la pesca y el cuero que les proveía ese animal.

Con el tiempo se transformó en el principal centro turístico del municipio ya que el pueblo de Villa Logüercio y los barrios Bahía de los Lobos y Araucaria viven de esa actividad.

Los fanáticos de la adrenalina pueden disfrutar de hacer windsurf, kitesurf y motonáutica. Además se pueden alquilar botes o kayaks, y pescar carpas, bagres y pejerreyes desde la costa o en embarcación.

Pasar una tarde frente a la laguna es una experiencia recomendable para cualquier persona que ame los sonidos del agua, los pájaros y disfrute perderse en los atardeceres. Es el momento perfecto que se puede experimentar en la costanera de este municipio bonaerense.

Allí, en los días largos de verano se llevan adelante avistaje de aves, astroturismo, caminatas, actividades recreativas y feria de artesanos y emprendedores.

Además, este destino tiene una variada oferta de alojamientos: campings, glampings y el histórico hotel El Pescador, que nació en los años cincuenta con el inicio del turismo en esta zona.

La laguna de Lobos es un área de una gran riqueza natural por tratarse de un humedal de ochocientas hectáreas en la que conviven diversas especies vegetales y animales.

Entre lo urbano y lo natural

En la costanera de Chascomús los bares con luces de colores cerca de la laguna conforman un pintoresco cuadro. En estos establecimientos la experiencia de la comida se aprecia con todos los sentidos por las increíbles vistas del entorno lacustre.

El espejo de agua cuenta con una extensión de 3.044 hectáreas, dos metros de profundidad promedio, se ubica en la Cuenca del Río Salado y es la más grande del sistema Las encadenadas.

Es una de las más elegidas para competencias de natación, regatas y triatlones, por sus vientos y fácil acceso. También es un lugar privilegiado para realizar kitesurf, windsurf, kayak, nadar y pescar. Además, quienes quieran navegar pueden alquilar botes a remo.

Los treinta kilómetros del camino de circunvalación en el perímetro de la laguna proponen un recorrido singular entre puentes y miradores. Muchos eligen hacer el trayecto en bicicleta y otros realizan safaris fotográficos para captar aves y animales en su ambiente natural.

La ciudad tiene una gran oferta de alojamientos desde cabañas, hoteles, hoteles boutique y campings para tu estadía en Chascomús.

Las lagunas de la provincia de Buenos Aires atraen a los turistas durante todo el año pero en cada estación el paisaje sorprende con nuevos colores y experiencias.

turismo
Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso