El edadismo - los prejuicios existentes en relación a la edad- está tan naturalizado que lo aplicamos contra nosotras mismas sin darnos cuenta. Dándole poder a ideas que limitan nuestro potencial.
“Hoy vivimos casi tres décadas más que las generaciones que nos precedieron. Esos años ganados de vida son una oportunidad para experimentar más proyectos, vivencias y planes. La mediana edad, esa etapa en la que ya no somos jóvenes, pero tampoco personas mayores, solía ser un momento de cuestionamientos y crisis. Hoy, en cambio, es un momento cargado de reinvención, volantazos y vigencia porque tenemos más tiempo por delante.
En la era de la Longevidad Positiva, para diseñar nuestras vidas cada vez más largas, es fundamental reemplazar los sesgos auto-edadistas por ideas que nos impulsen a siempre soñar con lo que puede estar por venir y a disfrutar el camino”.
7 claves para pasar del edadismo auto infligido al “modo-longevidad positiva”, según Flora
- Tu edad no determina tu look: No resignes el placer de jugar con tu apariencia por tu edad. El maquillaje, la ropa o el pelo que te va mejor, a todas las edades, es el que te gusta y te hace sentir bien.
- Dejá de lado el “todavía”: Cuando te decís “todavía”, declaras que estas haciendo algo que ya no se condice con tu momento vital. ¿y si en lugar de pensar “todavía bailo, todavía me rio a carcajadas, todavía tengo sexo salvaje o todavía sigo buscando mi propósito”, te decís “ yo bailo, rio, tengo sexo y busco”? (con el verbo que aplique)
- Joven no es un halago: Ni viejo es un insulto. Cuando alguien se ve vital o fresca, en lugar de decir joven, ¿qué otra palabra podes usar? Dejar de pensar que ser joven está bien y envejecer esta mal, es muy liberador.
- Rockeá tus arrugas y canas: El tiempo pasa y nuestras caras lo muestran. Somos bellas siempre y dejar de luchar contra el paso del tiempo te va a ayudar a relacionarte con tu belleza desde un lugar más amoroso. Buscá rutinas de skin-care que cuiden tu piel cultivando la persona que sos hoy gracias a lo vivido.
- Miráte entera: Párate en el espejo y reconoce cómo cambia tu cuerpo. Amigate con la imagen que ves y agradecele a tu cuerpo que te trajo hasta acá. No te cortes en pedacitos ni te analices con obsesión: celulitis, flaccidez, manchitas. Sos una unidad.
- Nunca es tarde: Cuando tu yo-edadista se pregunte si “a esta altura” vale la pena empezar tal o cual cosa, desactivala. Nunca es tarde para iniciar algo que sentís que te va a dar alegría o bienestar. Toda la vida nos merecemos nuevos comienzos.
- Usa tus súper poderes: El paso de los años nos dan autoconocimiento y experiencia, dos habilidades que nos ayudan a discernir y reconocer qué nos hace bien y qué no. ¡Aprovecha lo que aprendiste!
Si querés saber mas sobre Flora
https://turismocero.com/cultura/flora-proverbio-experta-en-la-vida-post-50-viajar-comer-amar.htm