Por Marta Yanci (*) (Especial para Turismocero)
“Y volvemos al país que les vio nacer, a la ciudad donde dieron sus primeros pasos, donde me sorprendieron con sus primeras palabras, sus risas. Regresamos a Dubái, esta vez como turistas, para disfrutarla de otro modo y verla con otros ojos.”
“Es curioso pensar que siempre se habla de Dubái y, ahora ya por extensión, de los Emiratos Árabes Unidos, como el Disneyland de los adultos. Ese oasis en el desierto, construido de la nada, en poco tiempo, ahora inundado de rascacielos impensables, los más frondosos jardines con flores exóticas y miles de fuentes. Sus yates y sus múltiples marinas, sus restaurantes a cada cual más lujoso, sus discotecas y, por supuesto, sus centros comerciales, donde uno encuentra las mejores marcas, todo lo que uno desee a golpe de tarjeta. Todo a la última moda, todo lo mejor, lo más grande, si es eso lo que a uno le atrae.”
“Si uno es, como yo, más proclive a visitas culturales, a conocer historia o a disfrutar de la naturaleza, ahora ya también puede hacerlo en el Emirato, que hasta cuenta con su propio museo Louvre en Abu Dhabi, sin descartar al emirato olvidado, al pequeño emirato al que Dubái siempre parece hacer sombra, Sharjah, que lleva años centrado en la cultura, en organizar exhibiciones de artistas noveles y conocidos, conciertos y eventos múltiples para el deleite de quien esté dispuesto a visitarlo.”
“Sin embargo, lo que mucha gente no menciona, es que los Emiratos es una parada fabulosa para realizar con niños, y más aún desde hace un par de años.”
“Por supuesto, está la siempre agradecida y recurrida playa. Si bien muchos de los hoteles cuentan con una, existen también – aunque cada vez escasean más - rincones de playa pública, que son mis favoritos. Arena blanca, aguas turquesa a una temperatura ideal que emanan vida: cangrejitos, estrellas de mar, peces multicolores. Entretenimiento durante horas para los más pequeños.”
“Pero, además, como decía, de un tiempo a esta parte los Emiratos, que son ya bien conocidos por hacerlo todo a lo grande – la torre más alta, las islas artificiales más numerosas, el hotel más lujoso – han debido plantearse un nuevo reto, el de contar con el mayor número de parques temáticos y acuáticos del mundo. Han surgido como champiñones en los últimos meses, quizás como consecuencia de las habituales lluvias que ahora inundan el país provocadas por el conocido como cloudseeding o siembra de nubes.”
“Bromas aparte, los Emiratos cuentan con todo tipo de parques temáticos para el delirio de los más pequeños y, porque no reconocerlo, también de algunos mayores. Los hay, como su propio nombre indica, por temática: Legoland, WarnesBros., Motiongate, e incluso Ferrari, pero también los hay para distintas temporadas del año. Por ejemplo, IMG es un parque gigantesco encerrado en una enorme cúpula que lo preserva del sofocante calor en verano, pero tambiénde las ocasionales tormentas de arena y, como ya he apuntado, la lluvia, que últimamente parece ser extrañamente cotidiana en el país.”
“Si los niños son más acuáticos, en Dubái hay dos parques fabulosos. Wild Wadi, todo un clásico, abrió sus puertas en 1998 y sigue siendo uno de los destinos favoritos de los residentes, y el parque acuático del magnífico Atlantis, el hotel que preside majestuosamente la conocida isla de la palmera.”
“Sin embargo, la vecina Abu Dhabi posee un parque acuático que para mí es la joya de la corona, Yas Waterworld. Quizás menos conocido, tiene precios mucho más razonables y un personal de lo más amable. Cuenta además con una montaña rusa fabulosa para aquellos a los que les apetezca probar emociones fuertes en traje de baño.”
“Así que ya lo saben, y quedan avisados, no lo hagan solo por ustedes, sino por los niños. Si visitan los Emiratos, o si simplemente hacen escala, hagan alguna parada en los parques temáticos. Es agotador, doy fe de ello, pero las criaturas dormirán como angelitos.”
(*) Marta Yanci, oriunda de San Sebastián, España, es abogada de profesión y escritora de vocación. Su primera novela "Respira", basada en hechos reales, fue publicada en 2018 y está disponible en Amazon. Pueden seguir a Marta a través de su cuenta de Instagram @martayancis. Actualmente es colaboradora en Turismocero.
