TikTok es la red social del momento. Y tal como ha sucedido con el resto de las redes sociales en el mundo del turismo TikTok no es la excepción y de a poco va encontrando su lugar como herramienta de promoción turística.
Si Instagram lleva años como una de las principales redes sociales que emplean los influencers y las marcas del sector para promocionar destinos turísticos, este 2020 pese a la pandemia ha sido el puntapie inicial para que TikTok se posicione como su nueva herramienta de referencia.
En el marco de una de las ferias turísticas internacionales más importantes del calendario, Fitur, se han demostrado las formas en que esta plataforma puede ayudar a destinos a fidelizar a un público mediante reclamos ingeniosos de las ofertas que proyectan.
De hecho, en 2019 ya asistimos a los primeros intentos de emplear la red social de moda para conectar con audiencias más receptivas al lenguaje que utiliza.
Un lenguaje visual, dinámico, proyector de talento, adaptado al código que practican los más jóvenes pero que los adultos con responsabilidad en el sector y los especialistas en marketing digital ya se afanan en utilizar.
Así, la campaña #Tiktoktravel recurrió el pasado verano a esta red social para que sus usuarios alimentaran el concepto de la diversidad del planeta a partir de las experiencias viajeras de sus usuarios.
Con todo, son cada vez más los tiktokers que etiquetan sus historias, representaciones o bailes con el hashtag #travel, el más utilizado para localizar experiencias más o menos influyentes en la red social que ha puesto patas arriba el sector turístico.
Porque si Instagram ha mantenido la hegemonía de la promoción en redes durante prácticamente toda la pasada década, desde su creación en 2010 hasta la fecha, TikTok parece que se está convirtiendo en su fiel heredera.
Instagram, gracias a haber copiado y pegado las Stories de Snapchat y de haber conseguido conectar de partida con numerosos aficionados a la fotografía móvil, entre ellos viajeros consolidados aglutinados en plataformas de promoción turística como Travel Inspirers, supo trabajar el concepto de comunidad especializada entre sus usuarios.
En el capítulo turístico, éstos reforzaron su capacidad de influencia en las comunidades igers, que de forma global y a partir del lanzamiento de instagrammers por parte de Phil González o de otras marcas en su momento como Turisbrand, consiguieron ser rentables para grandes cadenas hoteleras, patronatos de turismo locales o para marcas relacionadas directa o indirectamente con el sector.
Desde el otro lado, el oficial, parece que las marcas turísticas aún no han desembarcado en la red social de forma decidida, como sí han hecho ya otras entidades como los principales clubes de fútbol, partidos políticos o medios de comunicación del ámbito anglosajón. Pero es cuestión de tiempo y timidamente algunos ejemplos ya se están viendo.
Como siempre sucede, quien decida aterrizar con recursos, ingenio, creatividad y con ayuda de perfiles que controlen el canal pegará primero y lo hará con garantías. Incluso con capacidad para convertir en noticiable en sí misma la apuesta que realicen.
El futuro de la promoción turística pasa, indefectiblemente, por TikTok.