El pasado 30 de enero, tras protestas de pobladores del distrito de Machu Picchu, firmó la Declaratoria de Machu Picchu, donde se comprometió a que dicha empresa dejará de administrar la venta de entradas y que será una nueva plataforma desarrollada por el Gobierno quien se encargará de ofrecer este servicio.
El sistema anterior de venta de entradas para la ciudadela inca funcionó durante años, a cargo de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, no era el mejor, “tenía irregularidades, fue manipulado y contaba con un sistema paralelo”, y que además daba lugar al mercado negro de compra y venta de boletos.
"Hemos llegado a acuerdos que permiten finiquitar justamente el contrato. Esto va a suceder próximamente", dijo Urteaga ministro de turismo a través de un comunicado difundido por la cartera.