El turismo es un importante motor económico del país, también en pequeñas poblaciones en las que alojamientos rurales en mitad de entornos naturales ofrecen una alternativa diferente a aquellos que buscan un lugar para descansar lejos de hoteles y entornos masificados, negocios que también se adaptan ahora a la era post la covid-19.
En Las Hortichuelas Bajas, población de Níjar (Almería) en pleno corazón del parque natural Cabo de Gata-Níjar, a unos kilómetros de la playa de la localidad nijareña de Las Negras, se encuentran ‘Las Casillas del Cabo’, uno de esos apartamentos que durante las semanas de cuarentena ha dejado de acoger a los visitantes que ya acudían aquí con la llegada de la Semana Santa.
“La diferencia es mucha, esto tenido un parón que nos ha dejado a todos muy fastidiados económicamente”, dice en declaraciones su dueño, Javier Alías Barranco, quien subraya el impacto negativo que ha tenido el confinamiento, con un nivel de ocupación que fue “nulo” durante la Semana Santa y continúa mes de mayo.
“Incluso antes, en marzo teníamos reservas también, fue entrar la cuarentena y se paró todo”, asegura el empresario.
Así, durante el periodo de cuarentena y ahora, han estado “arreglando desperfectos, pintando y adecuando ciertas cosas que hacen falta para los nuevas fases y lo que vendrá en el futuro”.
Como en otros sectores, la falta de actividad ha sido suplida con diferentes acciones en las redes sociales. “Antes no las solíamos hacer y ahora sí, la gente esta muy dormida y necesita que la despertemos de alguna manera”.
Por ello, sus perfiles en Instagram o Facebook han acogido más publicaciones que en años anteriores. “Estamos haciendo un sorteo ahora mismo en Instagram para un fin de semana y la gente está respondiendo, se ve que la gente tiene ganas de salir de la cuarentena, nosotros también”, revela en este sentido.
Futuro incierto
No obstante, al ser interpelado cómo ve el futuro cercano, con el periodo estival prácticamente a la vuelta de la esquina, sostiene que ahora mismo todo es “incierto”. “No lo sabemos porque nosotros nos manejamos con las plataformas de alquiler, y ahí pueden cancelar cuando quieran, por ahora hay reservas pero lo mismo hay ahora que en siete días te las cancelan”, aclara.
Por ello, considera que todo irá “según cómo vaya el Gobierno diciendo las pautas, porque hay mucha gente que viene del extranjero y no saben si van a poder venir”.
En ‘Las Casillas del Cabo’ ya tienen en marcha un protocolo ajustado a las recomendaciones y directrices de las autoridades sanitarias, extremando la limpieza y desinfección para garantizar la seguridad de los usuarios del alojamiento.
“Con mascarillas, guantes, hacemos la limpieza, utilizamos lejía, luego un choque de ozono cuando ya está todo limpio, que desinfecta totalmente la casa”, explica.
“También aireamos las habitaciones, limpieza de los filtros de aire acondicionado. Y el textil, la ropa de cama, la metemos en bolsas y se lava a más de 60 grados”, apostilla.
Ahora, la esperanza es que el público responda, que sean todos los posibles los que quieran seguir conociendo las bondades del parque natural Cabo de Gata-Níjar, el primer espacio marítimo-terrestre protegido de Andalucía. Porque el turismo también supone vida y oxígeno para las pequeñas poblaciones de esta tierra.