Cuánto pagamos en realidad un pasaje a la hora de volar?
Pocas son las ocasiones en las que nos formulamos esta pregunta y es que somos nosotros mismos, muchas veces inconscientemente, quienes formamos parte de un sistema de consumo al parecer “protocolar”, inculcado en cada uno de nosotros a la hora de abordar una aeronave.
Por Sergio Soria
INTERNET, EL NUEVO ATRAPA SUEÑOS
Vamos a llamar a este punto como el inicio o ingreso a este gran círculo de consumo, muy raras veces un pasajero se acercará a una oficina comercial de una aerolínea para adquirir un pasaje; los tiempos modernos junto con el avance de la tecnología y de las plataformas digitales, combinadas con la practicidad de utilizar un Smartphone y/o Tablets, hacen realmente sencilla la forma en que adquirimos un producto y/o servicio.
Cegados de ansiedad nos volcamos ante promociones bancarias, financiaciones con tarjetas, descuentos y devoluciones del IVA, canje de puntos, etcétera; palabras como “SALE”, “OFF”, “BANDA NEGATIVA” (reconozco que nadie sabe de qué se trata esto último), incluso ver el símbolo “ % ” nos están indicando la entrada al mundo del comercio y, en nuestro caso, al comercio aeronáutico.
Descubriremos así que el costo de un pasaje no es el número al final del resumen de la tarjeta sino que, por el contrario, es el primer ítem de un listado de gastos venideros. Para demostrar el siguiente planteo propondré a la familia Argento, una familia tipo de 4 integrantes de clase media, que luego de varios años de postergar unas vacaciones familiares deciden viajar en semana santa a la ciudad de Santiago de Chile. El padre, una noche adquirió mediante un anuncio en Facebook (“pop-up” para los modernos) que luego lo derivó a la página de la aerolínea, 4 pasajes en “oferta por tiempo limitado” a $4.700 pesos cada uno con tasas e impuestos incluidos.
MONOPOLIO DEL TAXI VS. LA JUNGLA DEL UBER
Varios ya son los años de un conflicto que no parece resolverse; por un lado los abusos por parte de los taxistas pareciera ser moneda corriente, ya la bajada de bandera nos da la bienvenida a este despotismo monetario; pagar los peajes, pagar el regreso del taxi en el caso que éste nos haya sacado de la periferia de la ciudad, pagar un “plus” por horario nocturno o bien, y es para quien suscribe el impuesto al inculto, pagar plusvalías por adquirir dicho servicio mediante la modalidad de radio-taxi, son y serán parte de un sistema mafioso para quitarnos dinero. No nos olvidemos también de la “Argentinidad al Palo”, como cierto canta autor orgulloso de las costumbres y usanzas de quienes integramos este país numera características casi folclóricas de los argentinos; no faltará tachero que nos apague el taxímetro, nos pasee por calles desconocidas para alargar el recorrido y sumar dinero, o bien nos embromarán con el faltante de cambio o “billete chico” al momento de darnos el vuelto, ni pensar en que nos enchufen un billete falso, pero eso ya sería prejuzgar demasiado.
Por otro lado, gracias a la evolución de los Smartphones y áreas de cobertura 4G o de datos, nacieron administraciones como Uber y/o Cabify, empresas que no terminan al parecer salir jamás de un gris en cuanto a lo legal ni lograr convencernos del todo respecto al pensamiento popular. Pagamos menos a costa de nuestra seguridad, nos exponemos a trabajadores de ocasión o informales, aún si un ex-convicto recuperase su libertad esa misma tarde podría salir a levantar pasajeros. Ni hablar de habilitaciones, seguros, permisos y el estado de los vehículos, no existe ente alguno que regule o controle estos ítems más que la opinión de los propios usuarios.
Pero a pesar de esto, debemos ceder casi obligadamente a estas opciones para trasladarnos a un aeropuerto ya que, aunque parezca mentira, no existe en nuestro país un sistema eficiente de transporte público que nos deje siquiera cerca de estos. Países vecinos incluso cuentan con ferrocarriles, buses y servicios de traslado hacia sus aeropuertos a precios populares desde la metrópoli.
Para el caso que nos compete, la familia Argento abordará un radio-taxi desde el Obelisco hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, por un monto de $1.400 pesos (con peajes incluidos).
ABREVALIJAS, DE LA PARANOIA AL NEGOCIO
Actualmente, ya no alcanza colocarle un candado a la valija, y es así como nacen empresas dedicadas a embalar nuestro equipaje de bodega. Nos han herido con tantas historias de robos y aperturas de valijas que es uno mismo, al ingresar al aeropuerto, quien tiene la certeza que seremos víctima de algún hurto o ultraje.
Resulta tragi-cómico como estas empresas atrapan a los clientes presentando un servicio totalmente práctico, innovador y revolucionario, aun tratándose de ser solo plástico envolvente.
“Embalaje protector de alta resistencia”; “Embalaje en 30 segundos”; “Película plástica protectora de resina reciclable no tóxica”; “Resistencia a humedad y líquidos”, son algunas frases con las que intentan seducir nuestra atención y generarnos esa falsa sensación de seguridad, ya que, siendo prácticos al caso, si alguien quisiera hurtarnos lo conseguirá de todos modos. Tal es así que estas empresas no ofrecen reembolso alguno o seguro al viajero en caso de robo y/o hurto; y no estaría más de acuerdo con ello ya que nunca en ningún lado su servicio especifica protección contra el hurto o robo, sino por el contrario venden bajo el eslogan “Proteja su equipaje de cortes accidentales”. El precio actual de este servicio oscila los $450 por bulto o maleta, por ende la familia Argento supondrá un gasto extra por $1.800 pesos (a razón de una valija por integrante).
CAFÉ EXPRESS, BOLSILLO EXPRESS
Ahora bien, hemos despachado las valijas, realizado el check-in, tenemos nuestro pase de abordaje y no sobran 2 horas para ir a la zona de embarque; que mejor momento para rendir honor a nuestra cultura y sentarse a tomar un café con leche con medialunas?. Resulta imposible no pensar en ello y no desear semejante merienda, con ese aroma característico a café molido que nos atrae y las medialunas calientes recién sacadas del horno y pegajosas de almíbar; nos hemos levantado temprano para arribar al aeropuerto o bien queremos engañar a nuestros estómagos del almuerzo o, además, es en ese momento recién que hemos finalizado nuestros quehaceres previos al vuelo, por ende nuestra ansiedad baja y podemos relajarnos un momento para disfrutar.
Todos sabemos, y no es noticia, que los precios en los aeropuertos son elevados, excesivos en algunos casos, pero sin duda alguna la gente lo consume. Un café promedio con dos o tres medialunas ronda entre los $145 hasta los $175 pesos, dependiendo del local o cadena de negocios en donde se consuma. Voy a quedarme con solo la idea del café, pues si hablara del costo de almorzar o cenar en un aeropuerto los estaría insultando y ofendiendo.
Una vez más el Sr. Argento abrirá su billetera para abonar 4 colaciones por un total de $640 pesos (a razón de $160 pesos promedio).
DUTY FREE: COMPRAR O NO COMPRAR, ESA ES LA CUESTIÓN
Todos tenemos un amigo, pariente o familiar que nos pedirá alguna cosa del duty free o bien, con la viveza criolla a flor de piel pensaremos en comprar barato para revender y obtener ganancia, o simplemente comprar porque “estaba barato”. Cualquiera sea la excusa, pareciera que nos metieron un chip en la cabeza en donde tenemos que comprar algo antes de abordar un avión, sumado al tiempo que nos sobra para abordar y el aburrimiento que genera esperar, pareciera nos sienta perfecto y oportuno el momento para adquirir ese perfume que vemos en la Tv. La Sra. Argento adquirió un perfume y maquillaje por U$D 137,00
BONUS TRACK: LAS TASAS AEROPORTUARIAS
Esta situación es más común de lo que parece, en especial para quienes canjean puntos, otorgados por bancos o tarjetas de crédito, por pasajes. Resulta que nos emiten el billete y/o nos venden el pasaje con la tarifa base (de ahí el bajo precio) y nos encontramos al momento de arribar al aeropuerto con la increíble sorpresa que debemos abonar las tasas aeroportuarias.
Resulta entonces obvia la pregunta filosófica, que son las tasas aeroportuarias?; No son más que impuestos que abonamos por el mero hecho de utilizar las pistas, instalaciones del aeropuerto y todos sus servicios, la seguridad también acarrea un sobre coste que paga el viajero.
Cabe destacar que cada país establece el valor de sus tasas aeroportuarias.
Según datos oficiales el desglose de las tasas aeroportuarias está comprendida por:
· Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000): representa casi el 75% del valor de los impuestos, pagamos U$D 29,00 en concepto de entidad de gestión y mantenimiento del sistema de aeropuertos nacionales.
· Migraciones: U$D 7,00
· Aduanas: U$D 3,00
· Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA): U$D2,50
· TOTAL: U$D 41,50 por persona
CONCLUSION: SUMANDO MILLAS
Veremos a continuación cuanto pago la familia Argento en realidad:
Pasajes: $18.800
Taxi: $1.400
Protección de equipaje: $1.800
Cafetería: $640
Dutty Free: U$D137, aproximadamente $2.810
Tasas aeroportuarias: Incluidas
TOTAL: $25.450 pesos
COSTO UNITARIO TEÓRICO VS. COSTO UNITARIO REAL
$4.700 $6.362,5
A pesar de estos números tan contradictorios pareciera no importarnos en realidad a la hora de viajar, tomamos como el ABC del viajero estas listas de actividades que consideramos normales, hacemos de la experiencia del viaje más una actividad social que debemos comunicar y expresar a través de las redes sociales tan pronto como podamos.
A pesar del gasto de plata nos convencemos que hacemos economía al sumar millas, lo cual nos vuelve a incorporar a la rueda económica en un futuro y es esto último lo que nadie se percata.
