El turismo no solo se relaciona con el ocio y el placer, también con las reuniones y los negocios, de hecho, una cuarta parte de los viajeros en el mundo, según el Tourism Management School, Ostelea, se desplazan a diferentes destinos para la realización de actividades laborales. A esto se le denomina Turismo MICE (reuniones, incentivos, conferencias y exhibiciones), un segmento dinamizador de la industria de los viajes, que en los últimos años ha tomado fuerza en nuestro país.
Según la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones, a nivel mundial, en 2019 Colombia ocupaba el puesto 29 en realización de este tipo de eventos, con una cantidad de 154 anual, siendo las ciudades con mayor número Bogotá, con 53; Cartagena, con 42; y Medellín, con 34, generando divisas por más de US$74,5 millones y un gasto promedio de cada visitante fue de US$422.
De hecho, de acuerdo con ANATO, basado en datos de Migración Colombia, entre enero y mayo de 2022, la reactivación en la llegada de extranjeros por motivos de turismo, eventos y negocios, ha sido del 81%, destacándose el segmento de turismo con una reactivación del 87%, seguido por eventos y negocios con un 44% de recuperación, respecto a 2019.
De esta forma, entre enero y mayo de 2022, han llegado al país 1,25 millones de visitantes extranjeros, lo que se traduce en una reactivación del 76%, frente a los 1,65 millones reportados en el mismo periodo de 2019. En el caso de mayo, ingresaron 260 mil visitantes extranjeros, es decir una reactivación del 78%, si se compara con los 330 mil, del mismo mes de 2019.
“El segmento de eventos y negocios ha llevado a nuestro país a consolidarse como referente mundial, ha brindado oportunidades para el empleo, un impacto económico significativo y mejoramiento en la competitividad internacional y hoy vemos que, tras la pandemia, su recuperación ha sido más lenta”, explicó Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de ANATO.
Y agregó: “debemos seguir apostando al MICE, un segmento que con su desestacionalización, permite un desarrollo a lo largo de todo el año, sin importar la época o temporada; abrirle las puertas a un viajero de alto poder adquisitivo y mayor capacidad de gasto; generar más empleo en los diferentes destinos nacionales; y hacer que este tipo de viajes amplíe el tiempo de estadía de los viajeros”.