Por noveno año consecutivo el Ente Autárquico Tucumán Turismo, conducido por Bernardo Racedo Aragón, dijo presente en la feria “Caminos y Sabores”, en Buenos Aires, con un espacio donde se puedó brindar información sobre destinos turísticos de Tucumán.
“Para nosotros, esta feria representa una oportunidad de venta directa porque es muy masiva y nos da la posibilidad de generar nuevos contactos. Venimos con la ambición de ingresar poco a poco al mercado porteño”, dijo Fernanda Amado, de Bodega Las Mojarras. Con un formato de mercado especial, se buscó poner en valor los saberes y la cultura de cada territorio, para contribuir al desarrollo local. En la feria, se muestró el trabajo de comunidades de todo el país, las que de esta manera tienen la oportunidad de promocionar y comercializar sus productos.
Tal es fue caso de muchos emprendedores tucumanos que participarón con sus micro-emprendimientos. “Nos presentamos a la convocatoria del IDEP y este es nuestro segundo año en esta feria. Las ventas fue muy bien. Para nosotros fue una gran oportunidad para mostrar lo que hacemos (bocaditos de cayote y de higo, colaciones, alfajores, dulces regionales, entre otros) porque hay mucha concurrencia”, relató Cristina Diez, que junto a su marido llevan adelante “Confitados La Emilia”. Los visitantes que recorrieron “Caminos y Sabores” se encontraron con los protagonistas: los elaboradores de productos emblemáticos, simbólicos, en origen; y descubre en la conversación con cada productor los procesos culturales de elaboración. “Aquí, además de posicionar sus propias marcas, se refleja la variedad y la calidad de productos que tiene cada región o provincia. En el caso de Tucumán, lo que queremos mostrar es la diversidad productiva. En esta edición, a los dulces y vinos de la región, se sumaron emprendimientos de huevos de codorniz, galletas con semillas, artesanías en metal y lana, entre otros”, comentó Marcos Soria, técnico del área Promoción de Exportaciones del IDEP y coordinador de la misión comercial. “Caminos y Sabores”, a lo largo de sus ocho ediciones, se ha convertido en una de las ferias de mayor crecimiento, potenciando a su vez el desarrollo de todos sus protagonistas: productores de alimentos típicos, artesanos y representantes de destinos turísticos.
