Rosario: sabores de temporada. Helados y cervezas artesanales refrescan las tardecitas de verano, mientras que productos típicos como el carlito y el pescado de río se agregan entre las opciones ineludibles para tomarle el gusto a unas vacaciones en Rosario.
Rosario es la Capital Nacional del Helado Artesanal y, sin duda, sus cremas heladas están entre los sabores que hay que probar esta temporada. También refrescan las cervezas artesanales locales acompañadas por el tradicional sandwich rosarino, el carlito. Para completar nada más memorable que degustar un pescado de río a orillas del Paraná ante el apacible horizonte del delta isleño.
Helados artesanales
Como Capital Nacional del Helado Artesanal, Rosario da lugar a unas 70 fábricas, cuenta con materia prima regional de la gran cuenca lechera santafesina y suma una pasión por el helado que se traduce en el mayor consumo por habitante del país. Hay heladerías en todos los barrios, pero para no perderse es famosa la oferta disponible a lo largo de avenida Pellegrini, donde se concentran varias de las principales marcas locales.
Cervezas artesanales
Lager, ale, pilsen, rubia, roja, stout... Rosario vive a pleno la movida de las cervezas artesanales y distintos puntos de la ciudad invitan a salir a aprovechar los happy hours. Dos zonas se destacan para salir por unas pintas. Entre las calles Av. Francia, Salta, Brown y Bv. Oroño distintos bares con producción de cerveza local llenan de vida las noches de Pichincha, barrio emblemático de Rosario. También podés recorrer Av. Pellegrini, un clásico de la movida gastronómica donde no faltan bares y buenas birras.
Pescados de río
Rosario es la mayor ciudad del país junto a uno de los ríos más caudalosos de Sudamérica, el Paraná. De allí proviene el pescado de río, ingrediente fresco y fundamental de la gastronomía rosarina. Boga, pacú, dorado, surubí… en sus clásicas versiones a la parrilla, con distintas salsas o con giros gourmet, salen en platos que ofrecen un placer extra ante las amplias vistas del Paraná al mediodía o con la luna reflejándose en la superficie del río por la noche.
El Carlito
Si tuviera Denominación de Origen Controlada, sólo podría llamarse carlito a un sandwich de pan de miga untado con una fina capa de manteca, con relleno de jamón, queso y ketchup, y bien tostado en la “carlitera”. Pero la realidad es que hay múltiples variantes. Desde el carlito clásico al especial, desde el que lleva carne cortada a cuchillo hasta el de shawarma. Este popular sandwich -nacido en las clásicas chopperías de mediados del siglo pasado- no sólo ha diversificado sus recetas sino que, además, se ha convertido en uno de los símbolos que definen la identidad gastronómica de Rosario.