Masticar como dice su slogan, “Comer rico hace bien”…y cuanta verdad! El tema acá es que no solamente es rico, sino distinto.
¿Por qué distinto? Vaya uno a saber por qué, sin embargo hordas de panzas hambrientas y gargantas sedientas hicieron ligeras y ágiles colas para llegar en definitiva a lo conocido. Ustedes dirán cuál es entonces la gracia de ir a la Feria si todo lo que ahí presentan lo encuentro en otros lados y sin grandes colas y sin tanto peregrinar? Pues he ahí el dilema.
Stands, o puestos, para los amantes de la lengua castiza, armados con “impecabilidad practica”, buen gusto y a prueba de cualquier comité de estética visual que deambule por ahí. Eso es lo que a la vista de todos resalta. Más aun…entre puesto y puesto (stand y stand) se van fusionando aromas y humos, climas y música. Cada uno con su impronta característica.
Y así nos adentramos. Desde la puerta se podía escuchar el ritmo de 6/8 de samba que venía entre los humos de algún asador, y apenitas se disipaba esa niebla de sabores ya nos invadía la contigua. Pero esta vez no humeante ni música sino en colores de tragos largos, esos que se definen haciendo equilibrio entre el rojo, verde y amarillo, con sombrilla y todo!
Ya dentro del predio, cinco puestos después del olorcito a cubos de cerdo y doblando hacia el perfume de café (dicho sea de paso, ese en particular merece una nota aparte) y al fondo…el patio cervecero.
El sol daba su naranja típico vespertino a los food trucks (si, lo se…esos carromatos preparados para servir comidas y bebidas) y a los puestos de aperitivos y cervezas artesanales. Todos hacían alardes de buena atención y variedad y los convidados combinaban sus bebidas con un febo canchero.
Hasta acá muy bien. Buenos puestos, buenas propuestas. Lindos aromas y ricas bebidas. Pero entonces que hace distinta a la feria?...quizá el ver caras sonrientes en todo el lugar o quizá el placer colectivo de andar entre un mismo humo y envuelto en ese mismo sabor. Puedo comprar esa cerveza fuera de la feria? Sí, claro. Pero es que ahí me supo tan rica! Puedo comer esa misma hamburguesa de búfalo en su local de ciudad? Por supuesto! Pero es que ahí me supo tan rica!
Acaso sea, que el hecho de juntarnos para disfrutar le agregue un valor invisible, o acaso sea que juntarnos a preparar todo para quienes nos visitan le imprima ese plus que la feria tiene. Porque eso es la feria…el plus que no encuentro en otro lugar…quizá por el humo, quizá por la música, quizá porque me topé con algún famoso o por ahí por esas agiles colas donde vamos escuchando que pidió el de adelante.
Quizá sea simplemente porque todo los que allí nos ofrecen está hecho con lo mejor…la voluntad del que quiere que su producto nos guste hasta el alma.
Masticar masticar masticar masticar
