En la gastronomía marplatense algo cambió en estos años. Una revolucionaria combinación experimental de sabores, aromas, colores, ideas y manos atrás de las cocinas han comenzado a posicionar a Mar del Plata como un gran polo gastronómico nacional. El proceso lleva menos de cinco años y parece tener un futuro por demás prometedor.
Algunos de los experimentados cocineros y dueños de tradicionales cantinas cuyos nombres ya son un emblema de la ciudad, se han unido y aliado a jóvenes y talentosos profesionales que en estos últimos años le han dado un golpe de hervor a la gastronomía de nuestra ciudad. Hace ya un tiempo, Mar de Plata tiene turismo gastronómico, con gente que viaja exclusivamente para comer en diferentes restaurantes en busca deliciosas y placenteras propuestas culinarias, pero también de experiencias.
Esa unión entre trayectoria y juventud, sumado a la calidad y cercana procedencia de las materias primas, están transformando a la gastronomía, sector que atraviesa “un presente excepcional” a pesar de las dificultades económicas del país, y que crece, se diversifica y evoluciona con un futuro promisorio.
En las instalaciones de “Furia”, el primer rooftop de la ciudad bajo la responsabilidad de Fernanda Sarasa y Patricio Negro -a cargo del reconocido restaurante Sarasanegro-, se desarrolló este lunes un encuentro gastronómico con muchos de los protagonistas de este cambio, quienes asistieron a una charla del “monje urbano”, coach y asesor gastronómico Samten, quien no solo quedó sorprendido por el talento y la innovación, sino que además aseguró en diálogo con LA CAPITAL que “Mar del Plata tiene el potencial para ser la capital gastronómica de la Argentina”.
Una mirada a futuro
Mucha gente elige venir a Mar del Plata a comer y compartir un momento en familia. Estamos muy cerca de excelentes productores de papa, frutas, hortalizas, el Puerto, muy buenas carnes. Eso nos da una versatilidad importante para tener productos de cercanía y poder sorprender.
La gente busca experiencias y recorre mucho. Estamos en el camino de segur creciendo. Por parte de los cocineros no hay mucho más que demostrar. Falta que se alineen un poco los planetas con el tema de la conectividad, que es clave para que sea más fácil llegar a Mar del Plata, y que esto que está pasando se tome como una política de estado y se conozca afuera.