Desde hace ya algunos años en nuestro país se viene fortaleciendo la idea de mejorar nuestras vidas a través de una alimentación saludable y el cambio de ciertos hábitos. En un principio los productos orgánicos eran algo difícil de conseguir, con el correr de los años no solo se fue multiplicando su venta sino que fueron naciendo nuevos emprendedores que optaron por llevar adelante la producción de alimentos caseros.
Un producto tal vez no tan pensado en esta ola eco es el vino, y en este caso hablamos del orgánico el cual se integra en nuestro organismo de una manera completamente distinta al tradicional por la ausencia de sulfitos, un grupo de sustancias que se utiliza para mejorar el sabor eliminando bacterias, en este caso.
Con el objetivo inicial de generar un cambio significativo en el día a día, una pareja argentina desarrollo un proyecto que comenzó como algo personal pero tuvo un importante avance para dar a conocer entre los amantes del vino. VIVAZ Orgánico, el primer club de vinos naturales, nació hace poco más de dos años bajo la premisa de “Placer Saludable”, ofreciendo una experiencia para quienes quieran conocer distintas opciones de vinos orgánicos y agroecológicos al alcance de un click. Se trata de un club online donde se puede elegir entre diferentes suscripciones y cada mes recibe en el domicilio una caja con botellas seleccionadas de bodegas o fincas orgánicas o agroecológicas asociadas a la plataforma.
Esta pareja logro no solo acercar al público etiquetas que no eran fáciles de conseguir sino también dar lugar a aquellas bodegas, productores y fincas independientes a ampliar su número de clientes. Jessica Buznick es medica neurocirujana graduada con honores en la UBA y Matías Hutin estudio sistemas y es licenciado en administración, ambos ejercen actualmente sus profesiones y a su vez buscan llevar más allá su vida laboral/personal de la mano. Se conocieron en 2007 y tienen dos hijos, lo cual los empujo aún más en pensar en una mejor calidad de vida para toda la familia.
“Durante el embarazo de nuestro primer hijo, empezamos a profundizar cada vez más sobre los alimentos ingerimos a diario, de qué estaban hechas las cosas que nos hacen bien y mal, y esto derivó en un cambio alimentario importante en nuestra familia. Fuimos modificando ciertos hábitos que sentíamos que les darían un marco más natural a nuestros hijos y a nosotros mismos, hasta que en un momento empezamos a ver si también en las cosas que nos producían placer podíamos mejorar nuestros hábitos.”, relata Jessica.
Ya hace dos años comenzó este camino, donde al principio la experiencia se llevó a cabo con amistades y familia, probando entre unas 14 bodegas, hoy en día ya hay una propuesta más extensa con más de 70 productores orgánicos y agroecológicos como Masi Tupungato, Finca Las Playas, Finca 2 R y un gran número de pequeños emprendimientos. “Fue innato que exploremos el vino dado que es algo que nos atrae y sobre lo cual disfrutamos todo tipo de momentos: encuentros, celebraciones, charlas de pareja e infinidad de momentos sociales y casuales.
Entonces notamos que si bien existía una oferta de vinos naturales u orgánicos, sólo podíamos acceder a una muy acotada variedad de etiquetas. Así fue que empezamos a contactarnos con distintos productores y fincas para entender si podíamos abastecernos de manera independiente, pero teníamos la limitación de las cantidades mínimas de compra y el acceso a etiquetas que solo se exportan. Así fue que pensamos cómo podíamos hacer algo con esto y al empezar a fortalecer nuestra red de relaciones con las fincas y productores, lanzamos una prueba piloto para familia y amigos que duró alrededor de 5 meses. En ese momento el objetivo era abastecernos a nosotros y ver si en el camino aprendíamos como lanzar un proyecto de este tipo.”, detalla Matías.
VIVAZ Orgánico ya es hoy el club de vinos orgánicos más importante del país. El objetivo es llegar a los 10.000 socios, ampliando las propuestas mensuales con mayor cantidad y calidad de vinos en la caja, catas orgánicas con diversas experiencias, y otras novedades que se irán comunicando, como por ejemplo el impacto ecológico que se está buscando generar: Huella de Carbono Cero, sumado a que se ha firmado un convenio para que por cada nuevo miembro, VIVAZ Orgánico planta un árbol y le otorga al socio un certificado con georreferenciación para poder vivir el desarrollo del árbol.