En virtud de ello, quienes planean una escapada para el próximo fin de semana extralargo hacia algún destino de este territorio, la pueden complementar con un recorrido por los platos típicos de la época, como empanadas, humita, locro, asado, pastelitos, carbonada y mazamorra, con el toque distintivo de cada cocina regional.
Para acompañar esta sugerencia, Civitatis, referente en visitas guiadas, excursiones y free tour en español, seleccionó los cuatro circuitos gastronómicos más emblemáticos de las ciudades argentinas para degustar los sabores inspirados en la conmemoración de la revolución de 1810.
Empanada en La Balcarce (Salta)
La empanada es el bocado imprescindible en los menús argentinos para la Semana de Mayo y la salteña se lleva los mayores elogios.
Rellena de carne cortada a cuchillo, trocitos de huevo y una buena dosis de condimento, cada una de estas porciones jugosas y crujientes envueltas en masa casera con un repulgue a la perfección, forman parte del patrimonio turístico de la capital norteña. Acompañadas por salsa picante, por supuesto.
El lugar más recomendado para probarlas es en alguno de los bodegones y restaurantes de la calle conocida como La Balcarce, un paseo obligado de todo visitante, que pasó de ser una zona marginal apostada frente a la estación del ferrocarril a una de las arterias más concurridas y famosas por sus peñas folklóricas y movida nocturna. Esta zona así como el centro histórico de Salta y su arquitectura colonial, museos, el Cerro San Bernardo y el mercado artesanal entre otros, se puede conocer con una visita guiada por Salta.
Vale la pena culminar la ruta y programar un almuerzo o cena en estos bodegones, donde se recomienda no solo probar las famosas empanadas salteñas sino también acompañarlas con el popular vino regional y otros platos típicos que hacen honor a la fecha patria como humita, locro y tamales. Y de postre, la mazamorra o el dulce de cayote y quesillo.
Parrillada en San Telmo (Buenos Aires)
La ciudad de Buenos Aires es uno de los enclaves más elegidos por los viajeros para visitar durante el próximo feriado de mayo, y cada vez más atraídos por foodies que desean disfrutar su inagotable oferta gastronómica protagonizada por las tradicionales parrilladas y sus asados, menú que, además de formar parte de la identidad nacional, integra el listado de platos criollos que hacen alusión a la fecha patria.
El barrio porteño icónico por contar con restaurantes expertos en carne argentina preparada a fuego lento sobre las brasas es San Telmo, una zona reconocida por su ambiente bohemio, edificios históricos, conventos, anticuarios, galerías de arte, plazas, iglesias, museos, y el famoso mercado de pulgas, entre otros.
Lo ideal es hacer un free tour por el barrio y culminar el paseo en una parrillada tradicional animada por uno de los famosos espectáculos de tango.
Locro en los mercados (Jujuy)
San Salvador de Jujuy comparte con otras provincias del norte argentino la autoría de comidas típicas tradicionales como la humita, los tamales y el locro. Más allá de encontrarlos en los restaurantes locales de la capital jujeña, son también clásicos en los puestos callejeros de las plazas citadinas.
Por estos días, quienes planeen visitar el destino deben estar atentos porque en sus mercados urbanos se suelen organizar festivales y encuentros en torno a las comidas típicas, como la tradicional “locreada” preparada por chefs especializados de la región. Su programación generalmente incluye espectáculos en vivo y espacios para adquirir artesanía local.
Acompañando esta experiencia, el destino invita a recorrer su acervo cultural y arquitectónico a través de una visita guiada por su Catedral, Casa de Gobierno, museos, el paseo de los artesanos y monumentos.
Menú patrio con maridaje (Mendoza)
El vino es un gran protagonista de las comidas criollas, no sólo porque fue parte de la inmersión cultural de los colonizadores, sino también porque es uno de los productos más representativos del país.
En este plano, Mendoza concentra la mayor producción vitivinícola del territorio nacional, y es la meca del enoturismo donde centenares de establecimientos ofrecen menús de alta cocina maridados con los mejores varietales. Basta realizar un tour por Mendoza para abrir el apetito y culminar la ruta en un restaurante gourmet de las principales bodegas de la ciudad. Enogastronomía y enoturismo, todo en uno.