Para disfrutar y crear conciencia sobre la importancia del medio ambiente, se ofrecen recorridos por la reserva natural protegida El Salado, en Puerto Vallarta. Un sitio rico en flora y fauna que los turistas pueden disfrutar.
El estero El Salado, se ubica en el municipio de Puerto Vallarta, Jalisco, México, y comprende una superficie de 168x96x50 hectáreas, de las cuales, aproximadamente 135, corresponden a vegetación de manglar y marismas; el resto se conforma por dos remanentes de selva mediana subcaducifolia, bordeada por sucesiones de elementos de vegetación acuática y subacuática, bosque espinoso y vegetación secundaria.
Aquellos turistas que aman la naturaleza podrán disfrutar de ver su abundante y rica flora y fauna, accediendo a sus recorridos diarios de un kilómetro y medio –de lunes a viernes-, con cuatro salidas en el día, en una embarcación para 13 personas, que se adentra en la zona. Estos paseos se denominan "Aventúrate por el Salado" y son para todas las edades incluso niños -siempre acompañados por un adulto-. A toda la tripulación se los provee de chalecos salvavidas y además los acompañan dos guías de turismo, uno encargado de la embarcación y el otro, quien hace las descripciones del lugar y animales que viven en la reserva.
En una de las paradas que realiza el paseo, las personas pueden bajar para acceder a una torre, un mirador desde donde se ve lo mejor de El Salado. Por otro lado, en cuanto a la fauna, que de hecho es muy rica, es de destacar la diversidad de aves, los crustáceos y los cocodrilos. En El Salado cuentan con un cocodrilo de más tres metros de largo y alrededor de 20 cocodrilitos que viven en la reserva.
La intención es que los visitantes tantos nacionales como internacionales además de conocer el destino Puerto Vallarta, puedan deleitarse con el estero, aprendiendo sobre su conservación y preservación.
El Salado tiene conexión permanente con el Océano Pacífico a través de un canal de aproximadamente 20 metros de anchura y tres metros de profundidad, por dos kilómetros de largo, que desemboca en la rada portuaria. El estero, si bien es urbano, es favorable para las aves migratorias y el desarrollo del ciclo biológico de mamíferos y reptiles, como el cocodrilo de Río.
