Pocas parejas de la historia han trascendido el tiempo y las fronteras
como lo hicieron Juan Domingo Perón y Eva Duarte, aunque muchos
desconocen los lugares donde se forjó este amor. El Museo Evita en la
Ciudad de Buenos Aires, la Quinta "17 de octubre" en San Vicente y la
Biblioteca Nacional son algunos de los puntos emblemáticos para conocer
los detalles de dicha relación
Museo de Evita
Ubicado en el barrio porteño de Palermo (Lafinur
2988). En dicha sede, funcionaba antiguamente un hogar de tránsito para
mujeres y niños en situación de vulnerabilidad, perteneciente a la
Fundación Eva Perón. Actualmente, el Museo se dedica a difundir la
vida, obra e ideario de María Eva Duarte de Perón y, dentro de las
exposiciones que el lugar ofrece, se muestra la carta de amor que Perón
le escribió el 14 de octubre de 1945, cuando se encontraba preso en la
Isla Martín García.
Entre sus fragmentos se halla la promesa de matrimonio, redactada tres
días antes de la fecha que posteriormente sería recordada como el
“Día de la Lealtad Peronista”, donde fue liberado tras una extensa
jornada de reclamos por parte del sector trabajador: _“Hoy sé cuánto
te quiero y que no puedo vivir sin vos. Esta inmensa soledad está llena
de tu recuerdo. Hoy he escrito a Farrel pidiéndole que me acelere el
retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a
vivir tranquilos_”.
La Quinta "17 de octubre"
En San Vicente, lugar donde usualmente
pasaban sus días de descanso. A comienzos de 1949, tomaron unas
pequeñas vacaciones allí, y fue en esa oportunidad cuando el
fotógrafo Pinélides Fusco realizó una sesión fotográfica en donde
puede observarse a la pareja presidencial en su intimidad, alejados del
ajetreo diario. Una de estas imágenes, donde se ve a Evita distendida y
con el pelo suelto, se convirtió en una de las más difundidas e
icónicas.
La Biblioteca nacional
Ubicada en la intersección de Austria y Las Heras en la Ciudad de Buenos Aires, también es otro punto emblemático ya que en ese terreno se erigía la antigua residencia
presidencial donde vivieron Perón y Evita, y donde ella moriría en
1952. Además, en un garage de dicho lugar, Eva comenzó su labor social
recibiendo personas y pedidos. Posteriormente, la residencia fue
demolida por la autodenominada Revolución Libertadora y luego fue
construído el actual edificio de la Biblioteca Nacional. En los
jardines fue ubicado el monumento a Evita y la plaza fue bautizada en su
nombre.