La Feria de Sevilla es uno de esos rituales socioculturales que impactan a cualquier visitante, donde la tradición flamenca se mezcla con diversión, tradición y elegancia. Y por supuesto mucha música.
Por Leandro Peres Lerea, enviado especial de Turismocero.com
El ritual del pescaíto, el alumbrao, las sevillanas, el rebujito… vuelve como cada año a Sevilla para celebrar este acontecimiento histórico que se celebra en la ciudad desde hace siglos, La famosa y renombrada Feria de Abril.
Este año se vuelve a mantener el miércoles festivo y 7 días de celebración, de sábado a sábado, por lo que la conocida noche del “pescaíto” o del “alumbrao” vuelve a pasar de un lunes al sábado anterior.
Ubicada en el barrio de Los Remedios, La Feria de Abril de Sevilla 2019 estuvo dispuesta en un espacio de 450.000 metros cuadrados, que componen el Real de la Feria, la Calle del Infierno y la zona de aparcamientos.
Este año el Real de la Feria también contó con casetas públicas de acceso libre, además de una caseta dedicada especialmente a los turistas.
Cada año la portada de la Feria de Sevilla rinde homenaje a algún monumento de la ciudad. Este año estará inspirada en un edificio de la Exposición de 1929, se trata del que fuera su Pabellón de Sevilla, que es la foto principal que ilustra esta nota.
La calle del infierno
Es el lugar de la Feria de Abril preferido por los más pequeños. En el se encuentran todas las atracciones, los juegos de azar, puestos de restauración etc. Podríamos definirla como un gran parque de atracciones instalado en el Real. Hoy en día ocupa una superficie de 64.000 metros cuadrados.
El Real de la Feria cuenta con 1.200.000 metros cuadrados, de ellos 300.000 m2 forman parte de la Calle del Infierno, un verdadero parque de atracciones temporal para diversión de pequeños y mayores, en la que podremos disfrutar de más de 500 actividades.
Este año podremos disfrutar de nuevas aparatos como el Maxi Dance, parecido al conocido “Canguro”. También habrá una nueva montaña rusa, llamada Wild Maus, que sube hasta 17 metros y puede ir a unos 60 km/h. Otra novedad será la atracción aérea Projekt, que produce un balanceo que asciende a unos 15 metros de altura.
Para los más pequeños existirán hubieron este año nuevas atracciones para su disfrute como la pequeña montaña rusa, Mini Mause, o la Moto Quads, etc.
Trajes de Flamenca
Su origen lo encontramos en la primitiva feria de ganado. A ella acudían las mujeres de los tratantes, en un buen número gitanas y campesinas andaluzas. Sus ropas eran humildes batas de percal. Esas batas de trajinar, rematadas en dos o tres volantes constituyeron con el paso de los años una auténtica moda. Las claves estaban claras, este atuendo realzaba el cuerpo de la mujer y además le imprimía un garbo que no se lograba con las ropas que llegaban del exterior.
Un fenómeno a tener muy en cuenta fue el cómo las clases acomodadas copiaban en sus atuendos a las más humildes. Empezaba la revolución…
El traje de flamenca ha ido evolucionando con los años. Así la tosquedad de las primeras telas fue vencida con la profusión de volantes, que imprimían al andar un aire más jacarandoso. Las características se decantaron claramente con el paso del tiempo: escote de pico, redondo o cuadrado, pelo recogido en moño, telle ceñido que se abre en las caderas a modo de flor y los importantísimos complementos: flores en el pelo, collares, pendientes, mantones de Manila…
La Exposición de Sevilla de 1929 sirvió como consagración del traje de flamenca y la aceptación por parte de las clases pudientes como atuendo indispensable para acudir a la Feria.