Tuve el privilegio de estar allí, sintiendo en primera persona la magia de una noche en la que el maestro Plácido Domingo conquistó al público con un repertorio que viajó a través de la lírica, la zarzuela, las arias, las romanzas, la opereta, los musicales y, por supuesto, el tango. Cada nota resonó con una intensidad que quedó grabada en la memoria de todos los presentes.
Uno de los momentos más impactantes fue la participación del bandoneonista uruguayo Néstor Vaz, quien aportó la esencia rioplatense a un escenario donde también brillaron Plácido Domingo Jr. y la soprano uruguaya María José Siri. La Orquesta Sinfónica Uruguaya, dirigida por Eugene Kohn, se lució con una ejecución impecable, realzada por la presencia del maestro Fernando Condon como director invitado.
La noche estuvo llena de momentos emocionantes. La mezzosoprano española Nancy Fabiola Herrera y el Coro Municipal de Colonia se sumaron a la celebración musical, aportando una riqueza vocal que estremeció al auditorio. Domingo, con su carisma inconfundible, logró una conexión especial con los artistas y el público, generando instantes de complicidad que se hicieron evidentes en cada ovación y en la emoción palpable en el ambiente.
El punto culminante llegó con la despedida. Con una sonrisa y la calidez que lo caracteriza, Domingo pronunció una frase que desató la ilusión de un posible regreso: "No hay dos sin tres".
La Plaza de Toros, un escenario vivo
El Real de San Carlos ha demostrado ser mucho más que un simple recinto para espectáculos. Su transformación en un centro cultural y de convenciones lo ha posicionado como un referente en la región. En el último año, más de 130.000 personas han recorrido sus instalaciones, entre turistas, estudiantes y operadores turísticos. Además, ha sido escenario de más de 200 presentaciones artísticas, generando un impacto significativo en la economía local y en la comunidad creativa.
Más allá de la música, el recinto alberga una variada oferta de experiencias. Desde opciones gastronómicas hasta tiendas de recuerdos, pasando por su sala multiespacio climatizada, donde se realizan conferencias, exposiciones y actividades interactivas. La versatilidad del lugar permite que la cultura se exprese en todas sus formas, consolidando a la Plaza de Toros como un punto de encuentro para el arte y la historia.
El concierto de Plácido Domingo no fue solo una noche más en su calendario de eventos, sino una muestra del potencial que tiene este escenario para seguir acogiendo espectáculos de nivel internacional. Quienes estuvimos allí vivimos una experiencia única, y quedó claro que la Plaza de Toros de Colonia continuará escribiendo su propia historia, con cada evento sumando un nuevo capítulo a su legado.
