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CULTURA

Lo Quiero Ya. Un musical millenial.

"No sé lo que quiero, pero lo quiero ya” dijo alguna vez con aguda precisión Luca Prodan a finales de los 80’. Posiblemente, este pensamiento, haya sido una constante en el curso de la historia humana. El objeto está perdido, se diría en clave lacaniana.

No existe tal cosa como realizarse. No existe tal cosa como un estado de satisfacción verdaderamente duradero. Como seres del lenguaje, estamos condenados a la incompletitud. De ahí el deseo como parábola asintótica. La zanahoria no es un punto de llegada, es un horizonte.

En este momento histórico particular, en el cual la felicidad se exhibe a toda hora y a toda velocidad en las vidrieras y en las pantallas, el imperativo del éxito, el ocultamiento de lo negativo y la autoexplotación ilimitada se exacerban precipitadamente en un mundo que se cae de cansancio y hastío.

Lo Quiero Ya es quizá una de las obras más lúcidas – y hermosas - de este tiempo para narrar con llamativa exactitud, los múltiples efectos del pensamiento de la época en las subjetividades. Poder con todo, llegar a todo, no renunciar a nada, cambiar, enfocarse, cumplir, estar. Imperativos que devienen no ya del “deber ser”, sino del “poder ser”, y cómo la opresión se invierte en forma de una supuesta libertad de elección.

Once personajes en escena intentan cumplir sus sueños, sobrellevar las angustias propias y sortear las adversidades de la realidad. Azorados, llenos de ansiedad y frustración dialogan sin parar con una app de “conciencia digital” la cual está creada precisamente para eso, orientarlos en la ardua tarea de buscar lo que los hace felices. Objetivos, foco, disciplina, autoayuda. En clave de humor recurre una y otra vez a las máximas que se escuchan mucho y sirven de poco. Recetas que nos inventamos de una forma u otra para encarar el día a día: fluí, soltá, amá, respirá, creé, viví, disfrutá, mientras todo parece marchar directo hacia un inevitable e inminente precipicio.

En un despliegue actoral y coral maravilloso, una banda sonora ajustadísima, y una puesta en escena destacable, la obra se convierte en una daga y una caricia al corazón del milenial porteño. Una daga porque interpela, cuestiona y conmueve. Una caricia porque acompaña, porque sirve de espejo, porque identifica, porque logra poner palabras justas a un malestar que es común, y eso siempre trae alivio. Sobre todo, cuando esto se da en un espacio en común: el ritual colectivo del teatro.

La potencia de lo musical es un inapelable conductor de ideas y sentimientos confluyen a la perfección en un espectáculo multipremiado – ganador Premio Hugo a Mejor Musical Off (2017-2018) y ganador Premio Hugo a Mejor Dirección en Musical Off (2017 -2018) – que realmente se constituye como una obra que vale la pena priorizar e ir a ver. Si uno se puede dar un gusto, diría que es una de las imperdibles del teatro porteño contemporáneo.

 

¡Hasta la próxima!

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Ficha Artística

Libro: Marcelo Caballero y Martín Goldber

Música y letras: Juan Pablo Schapira

Coreografías: Marina Paiz

Producción original: Lucien Gilabert y Nahuel Quimey

Elenco: Julián Pucheta, Elis García, Karina Barda, Federico Fedele, Victoria Condomi, Pablo Turturiello, Luana Pascual, Lucien Gilabert, Lala Rossi, Julián Rubino, Julieta Rapetta, Renzo Morelli y Camila Ballarini

Swings: Pedro Raimondi y Pilar Rodríguez Rey

Banda en vivo: Franco de Paoli  en baterìa, Paula Solange Morales en bajo, Gabriel Mathus en guitarra

Producción ejecutiva: Julia Marcovich

Asistente de producción / Stage Manager: Emiliana Di Pasquo

Stage Manager: Augusto Moreno

Prensa y difusión: Carolina Alfonso

Fotografía: Nacho Lunadei

Redes: Candela Bravo

Diseño de vestuario: Marcelo Caballero - Marina Paiz

Realización de vestuario: Fernando Cuellar

Diseño de escenografía: Vanessa Giraldo

Diseño de Iluminación: Anteo Del Mastro

Diseño de imagen: Marcelo Caballero - Mariano Morelli

Dirección coreográfica: Marina Paiz

Dirección musical y arreglos vocales: Juan Pablo Schapira

Dirección de actores: Martín Goldber

Dirección general y puesta en escena: Marcelo Caballero

Producción general: Feldman - Santa Cruz

Funciones: jueves 20.15 hs.

Duración: 80  minutos

SALA PABLO NERUDA

PASEO LA PLAZA

Entradas:  $ 1800 y $ 2000  por Plateanet

https://bit.ly/Entradas-LOQUIEROYA

 

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