A 50 años del estreno de la comedia musical de rock que presentó el espectáculo antibélico jamás antes escrito para teatro.
Por Celeste Marderwald
La obra muestra el movimiento hippie, su bandera era la paz y el amor como forma de enfrentar e intentar cambiar las concepciones del mundo en el año 1968 para convertirlo en un lugar mejor.
Muchos de los ideales vistos en la década del 60 y representados en la comedia musical de rock “Hair”, adquieren un valor actual, tales como la reivindicación de los derechos feministas, la lucha por la no discriminación racial y la homofobia. Existía una forma de ver a la sociedad desde el amor y pensando: “así se empieza la paz, con una sonrisa” como diría una de los protagonista de la obra. Los hippies eran un movimiento que abrazaba el amor libre como forma de contraponerse a la represión sexual y planteaba la anarquía como respuesta a la creciente corrupción política. Su dialéctica contestataria fue de las más influyentes en la historia de los movimientos sociales.
La obra original surge en EEUU el 17 de octubre de 1967, comenzó a representarse en “Public Theater” del off- Broadway y producto del éxito que adquirió la obra se trasladó a Broadway el 29 de abril de 1968. En Buenos Aires se estrenó por primera el 7 de mayo de 1971 de la mano de Romay y Elena (productor original de la obra). En ese momento los riesgos de la censura se encontraban en el aire de manera constante ya que la obra presenta desnudos completos y una rebeldía que en esa época era poco aceptada. La obra reapareció en los escenarios porteños tres veces más, en los años 1984, 1999 y 2003.
En esta ocasión la muestra se desarrolla en el “Konex” teniendo como productor a Pablo Gorlero, quien realizó una reversión de la comedia musical, sacando algunas canciones, agregando otras, además de insertar ciertos diálogos de los ya preexistentes. Bajo los lemas “Prohibido prohibir” y “Flower Power” se muestra una comunidad hippie y en el transcurso de 2 horas y media (con un intervalo de 15 minutos en el medio) se delinean las acciones, las conductas, los valores que llevaban adelante como movimiento pacifista.
Hair en el Konex tuvo varios momentos para recordar, si bien las sensaciones estaban a flor de piel e iban mutando a cada segundo, ni siquiera en cada acto sino en cada momento, te hacen sentir un subibaja de emociones constante, es risa y llanto, temblor y piel de gallina en un abrir y cerrar de ojos. La calidad actoral es uniforme y perfecta, tienen un conjunto de más de 50 voces que brillan tanto por separado como en la unión, es un conjunto equilibrado que te hace sonar y sentir todo el cuerpo, a cada punto, en cada instante en que las notas se desprenden de la persona con canciones tan emblemáticas como “Acuario” y “Deja que entre el sol”.
La escenografía es poca y minimalista, conformada por andamios de metal distribuidos no solo en el escenario sino también en los laterales en el sector de adelante. Si bien en cada acto se exhibía algún protagonista principal del mismo, la performance del resto de los actores no dejaba de funcionar, detrás y en los laterales si bien con poca iluminación ya que eso se lo llevaba el actor principal, seguían en escena representando la vida en la comunidad, por lo tanto, los ojos no llegaban a captar cada situación de cada escena, se perdían en una infinidad de acciones.
La obra “Hair” es de una calidad sorprendente desde lo actoral, vocal y escénico. Además cuenta con una banda en vivo que se ubica en el costado derecho del escenario y que apenas se puede divisar, en el momento que se dejó ver por primera vez fue cuando un saxofonista hizo un solo para una canción y lo enfocaron. Si todo esto te atrapo, podes disfrutar de Hair y “dejar entrar al sol” en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131) de Viernes a Domingo a las 21 hs, las funciones no se suspender por lluvia y es para mayores de 13 años producto de los desnudos que aparecen en la representación.
