Al momento de viajar en avión, en especial en vuelos largos, el entretenimiento a bordo se ha convertido en una prioridad. Hoy día, al momento de elegir una opción para viajar, los pasajeros toman en cuenta el servicio de entretenimiento ofrecido como elemento diferenciador al adquirir sus boletos.
Por Manuel Torres
Tradicionalmente las aerolíneas se enfocaban en poner en valor la experiencia del pasajero a través del costo del boleto, la comodidad de los asientos y el menú de comidas y bebidas a bordo. Sin embargo, las opciones actuales de entretenimiento a bordo no sólo agregan un valor mucho más atractivo para las nuevas generaciones, a la par de generar ingresos adicionales por publicidad, así como de promoción de sus productos y servicios.
Las primeras opciones
En los años 30, cuando viajar en avión era una novedad, las aerolíneas volaban sobre lugares exóticos en ciertas rutas, ofreciendo maravillosas vistas aéreas a los pasajeros como parte del entretenimiento. Cada pasajero esperaba con ansias la voz del piloto para develar el paisaje que sobrevolaban. En 1961, la aerolínea Trans World Airlines (TWA) fue la primera en proyectar películas a bordo de sus aviones haciendo uso de proyectores de diapositivas. Hoy día esta opción de entretenimiento ha sobrevivido, ahora con más contenido multimedia, con el uso de pantallas dispuestas a lo largo de la cabina de pasajeros o integradas en los respaldos de los asientos.
En el siglo XX, gran parte del entretenimiento a bordo estaba centrado en la distribución de material impreso tales como folletos y guías turísticas. La tradicional revista, introducida por Pan Am en 1966, sigue vigente en la mayoría de las aerolíneas, y es ofrecida en casi todos los vuelos porque sigue siendo una opción popular entre los viajeros.
La influencia de la era digital
Con la evolución de la era digital, las aerolíneas han implementado opciones orientadas a las exigencias de los pasajeros, ofreciendo mayor variedad de contenido y conectividad. Ya no basta con ofrecer revistas y reproductores de audio y video a bordo con un contenido limitado. La era 2.0 ha abierto un sin fin de opciones de entretenimiento, y las aerolíneas deben ahora mantenerse a la par de estos tiempos.
Las dos opciones más utilizadas por las compañías aéreas para satisfacer las expectativas del pasajero actual son el Wi-Fi y el sistema individual de entretenimiento a bordo. El sistema de entretenimiento a bordo ha sido una la de opciones más populares dado que las pantallas portátiles ubicadas en cada asiento ofrecen una gran variedad de contenido de audio, video y juegos, que pueden ser seleccionados por los viajeros, creando así una experiencia individual y a la medida de sus necesidades.
El Wi-Fi a bordo fue introducido por la aerolínea australiana Qantas en 2008, y está siendo implementado cada vez más en vuelos comerciales. En algunas aerolíneas, este servicio es gratuito, pero en la mayoría de las aerolíneas que lo ofrecen, los usuarios deben pagar por él. Se estima que, en los próximos 10 años, el Wi-Fi a bordo reemplace al sistema de entretenimiento convencional, dado que cada día alcanza mayor popularidad.
La preferencia de los usuarios.
Según una encuesta realizada por Inmarsat en 2017. El 61% de los pasajeros encuestados afirma que el servicio Wi-fi ofrecido en los vuelos les permite calmar su ansiedad al momento de volar, ya que les permite mantenerse en contacto con sus seres queridos y mantenerse ocupados durante el vuelo con sus dispositivos móviles. Hoy día, la mayoría de los pasajeros llevan consigo al menos un dispositivo móvil.
Tomando como premisa este estudio y considerando el significativo avance en la era digital, se ha decidido realizar una encuesta exploratoria de las preferencias del entretenimiento a bordo de una muestra de pasajeros geográficamente ubicados en Latinoamérica, con una experiencia de al menos un vuelo en los último cincos años.
El 71% de los pasajeros encuestados, afirma que optaría por adquirir un boleto en una aerolínea que ofrezca Wi-Fi en sus vuelos, incluso si tuviesen que pagar un costo adicional, alegando que este les da la opción de acceder a una mayor variedad de contenido audiovisual de su preferencia y mantenerse comunicados a través de las redes sociales. Los pasajeros destacan la comodidad y la conveniencia de utilizar sus propios dispositivos electrónicos. Para los viajeros de negocios, la posibilidad de trabajar remotamente durante el vuelo no sólo aumenta su productividad, sino les permite aligerar sus agendas de trabajo.
Por otra parte, el 29% de los encuestados tiene como preferencia el sistema de entretenimiento convencional, afirmando que éste es un sistema completo y gratuito, ofreciendo el contenido suficiente para mantenerse entretenidos durante el vuelo.
Sin duda alguna, la era 2.0 ha puesto sobre la mesa un desafío a la industria aeronáutica. Sin embargo, y a pesar de las inversiones necesarias en actualizar el entretenimiento a bordo de los aviones, existen oportunidades formidables de monetizar el entretenimiento a bordo, desde contenido “pay per view”, hasta estrategias conjuntas de publicidad con tiendas libres de impuesto, hoteles, y programas de fidelidad.
No cabe duda de que, en la próxima década, la experiencia a bordo del pasajero seguirá transformándose, y no podemos esperar en ver cuáles serán esos cambios.
