Michigan, uno de los aeropuertos más afectados, donde más de 140.000 clientes se encuentran actualmente sin electricidad, el aeropuerto metropolitano del condado de Wayne de Detroit ha retrasado el 40% de sus vuelos de salida. El aeropuerto internacional Buffalo Niagara de Nueva York ha cancelado el 60% de sus vuelos.
Los aeropuertos de Boston, Denver y Chicago también están sufriendo retrasos. Se han pospuesto casi 550 vuelos que entran y salen del Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago. El Aeropuerto Internacional de Denver, donde las temperaturas del sábado por la noche bajaron dramáticamente, tuvo el segundo mayor número de cancelaciones.
Estos retrasos en los viajes están exacerbando una semana que ya era difícil para las aerolíneas y sus pasajeros. La semana pasada, más de 200 vuelos de United y Alaska Airlines fueron cancelados cada día debido a la suspensión en tierra de los aviones Boeing 737 Max 9 por orden federal.
La Administración Federal de Aviación dio la orden después de que un trozo del fuselaje volara en un vuelo de Alaska Airlines de 177 personas el 5 de enero.
En esa oportunidad, incidente dejó un enorme agujero en el costado del avión y arrancó los reposacabezas de los asientos mientras el avión volaba a 16,000 pies, poco después de despegar de Portland, Oregón.
United y Alaska Airlines, las dos mayores aerolíneas estadounidenses que utilizan el avión Max 9, se encuentran entre las aerolíneas que más vuelos cancelan, según FlightAware. United encabezó la lista el sábado con casi 250 vuelos cancelados, casi el 10% de su flota. Alaska Airlines experimentó el cuarto mayor número de cancelaciones, con casi 120 vuelos cancelados.
Ambas aerolíneas dijeron la semana pasada que cancelaron todos los vuelos en sus aviones Max 9 hasta mediados de enero.
