Seguramente muchos habrán escuchado en estos últimos años el boom de las aerolíneas low cost y las agradables tarifas que les ofrecen a los viajeros. Pero, ¿ son realmente estas empresas una alternativa más barata a las empresas tradicionales a la hora de sacar el costo total?
Por Darío Monge Roffarello
En la última década, el logo LOW COST se ha vuelto muy frecuente y popular entre los usuarios del transporte aéreo. Este nuevo tipo de empresa que nació por la necesidad de los viajeros de poder volar a un menor costo, dio origen a las aerolíneas low cost, las cuales se han vuelto un verdadero dolor de cabeza para sus contra-pares, las aerolíneas tradicionales.
Este nuevo modelo de empresa que ya está presente en todos los países del mundo se caracteriza por la gran diferencia en el costo del pasaje comparado con las tradicionales. Por supuesto que esta apetecible diferencia a favor del cliente tiene un costo oculto, que la mayoría no toma en consideración, sino hasta hacerse presente en el mostrador check-in del aeropuerto donde no será atendido por nadie.
Muchas son las áreas donde estas empresas recortan costos; Primero en principal hay que tener en cuenta que si estamos conectando vuelos desde el exterior y arribamos al aeropuerto principal de la ciudad, vamos a tener que trasladarnos por nuestra cuenta con todo lo que eso implica, hasta el aeropuerto secundario o satélite donde suelen operar las low cost. Para esto tendremos que retirar nuestro equipaje y contratar un transfer o algún otro medio de transporte que seguramente no sea low cost hasta nuestro nuevo punto de partida. Estas empresas usan estos aeropuertos de menor tamaño porque suelen tener costos de operación más bajos que las principales. Una vez en el check-in probablemente no encontremos a nadie o solo haya una persona de la empresa como guía al pasajero, ya que el procedimiento suele ser totalmente electrónico y automático teniendo que ser realizado por el pasajero. Aquí suele aparecer otro de los costos ocultos que es el exceso en equipaje o la cantidad de kilos por equipaje, así como también la impresión de tickets o boarding pass.
Una vez a bordo de la aeronave en la cual podemos o no tener un asiento asignado, trataremos de sentarnos en el reducido espacio que suelen tener la configuración de asientos de estas empresas. Demás está decir que seguramente tengamos que pagar un costo adicional si deseamos consumir bebida o comida a bordo, o que necesitemos auriculares porque olvidamos los nuestros, siempre está la posibilidad de rentarlos por unos pocos dólares extras para disfrutar de una película en caso que la aeronave disponga del servicio de entretenimiento a bordo o wifi.
Al arribar al aeropuerto de destino, una vez más tener en cuenta que probablemente no estemos tan cerca de la ciudad y no contemos con la misma cantidad ni oferta de medios de transporte como en los aeropuertos primarios.
Por otra parte, las aerolíneas tradicionales al encontrase estancadas por este nuevo competidor, han tenido que modificar y muchas veces hasta adoptar características de las low cost para seguir existiendo, la cual las lleva a perder parte de su ADN de línea tradicional y convertirlas en una especie de línea aérea hibrida. Una hibrida, es el producto que nos queda de la mezcla de las novedosas low cost y las tradicionales.
Muchas empresas también han decidido continuar con el formato tradicional, pero a su vez crear una subsidiaria low cost, de esta manera pudiendo satisfacer las necesidades de los dos tipos de pasajeros: los usuarios tradicionales y los usuarios low cost.
En nuestro país este tipo de empresas de bajo costo enfrenta un problema de infraestructura aeronáutica que las lleva a operar en los mismos aeropuertos primarios que sus primos, las tradicionales, esto es debido a la inexistencia de aeropuertos satélites en las capitales de las provincias, y los que hay en la capital del país no reúnen las condiciones operativas para todo tipo de operación, esto significa que no podrán bajar costos de operación en aeropuertos, salvo que sean subsidiada de alguna manera por el Estado, municipio, cámara empresarial o alguna otra entidad.
Por lo tanto, viajeros del mundo y en especial compatriotas argentinos, estén muy atentos, lean la letra chica de los contratos de pasajes con las aerolíneas low cost y tomen en cuenta todos los gastos extras relacionados con el viaje, desde sus viviendas hasta el hotel de destino para no terminar pagando lo mismo o más que en una aerolínea tradicional, sin gozar del confort extra y servicios adicionales que las tradicionales ofrecen a sus pasajeros.