La Cautiva de Ramírez en la bonita ciudad de La Paz, provincia de Entre Ríos, es un lugar que atrapa al turista no sólo por la amabilidad de la recepción y del personal sino porque el hotel es producto del ingenio arquitectónico de transformar un antiguo molino harinero y fábrica de fideos en un moderno y confortable hotel.  

El 29 de Marzo de 1887 tres inmigrantes italianos compraron un terreno a orillas del arroyo Cabayú Cuatiá, sobre la actual calle Azcuénaga, entre Sáenz Peña y Moreno, donde construyeron un edificio de dos plantas para la instalación de un molino harinero y fábrica de fideos.En el año 1912 el edificio fue vendido a la Sociedad Anónima La Paz, siendo fructífero durante aproximadamente 40 años, hasta cerrarse y convertirse en ruinas.

Según cuentan antiguos lugareños, el edificio estuvo abandonado durante más de cincuenta años, siendo reducto de crotos, alimañas y proliferación de plantas en todas sus paredes y techos. El edificio, como toda estructura abandonada, produjo una desvalorización de las propiedades colindantes.

En las inmediaciones del molino harinero y fábrica de fideos, se encuentra el Club Atlético Unión, de incesante actividad deportiva y social. Llegado el año 2002 la propiedad es adquirida por una familia lugareña con el fin de restaurarla e incorporarla al circuito hotelero y turístico de Entre Ríos.

Luego de 8 años de trabajo ininterrumpido de restauración y construcción, abrió sus puertas al público el “Hotel Boutique La Cautiva de Ramírez”, en el año 2010.

Este hotel forma parte de un multiespacio que incluye restaurante, sala de conferencias, salón de juegos, gimnasio y piscina.

La propuesta de este innovador emprendimiento familiar es brindar calidez y confort en un ambiente que combina muebles de diseño moderno y exclusivo con piezas antiguas de calidad, dando como resultado una conjunción que le otorga a los espacios una identidad particular.

Para destacar, la excelente atención del personal que se desvive para que los huéspedes tengan una estancia agradable y amena. Del mismo modo, la carta autóctona del restaurante incluye las mejores variedades de los peces del Río Paraná.