Viajar en avión demanda cada vez menos tiempo. La tecnología biometrica en aeropuertos, donde avanza el control de acceos por reconocimiento facial y huellas dactilares.
Por Martina Pelletieri
Es sobresabido que cuando uno decide viajar en avión debe contar con un tiempo estipulado previo a la hora de salida del vuelo para realizar todos los trámites correspondientes, y así poder concretar el viaje. En el aeropuerto, luego del check in, del despacho de equipaje, y de los controles de seguridad, y de pasaporte para hacer los tramites de migración, los pasajeros deben, antes de embarcar, presentar nuevamente el pasaporte y la tarjeta de embarque. Se trata de un proceso engorroso tanto para los empleados de las aerolíneas, que deben controlar a todos los pasajeros uno por uno, y para la persona, que debe estar con pasaporte y ticket en mano hasta el último momento antes de subir al avión. Sin embargo, este proceso esta por terminar gracias, por supuesto, a los avances cada vez más extraordinarios y útiles de la tecnología. Aerolíneas como Jet blue, KLM, Lufthansa, entre otras, ya comenzaron a probar en ciertos vuelos sus sistemas de control biométrico, mediante el cual los pasajeros son identificados a través de reconocimiento facial y huellas dactilares, lo que elimina la necesidad de mostrar nuevamente el boarding pass antes de embarcar.
El tiempo es dinero
En el mes de Marzo, Lufthansa ha empezado a probar en el aeropuerto de Los Ángeles un sistema de embarque biométrico para agilizar el proceso verificación de los pasajeros. Según informó la compañía, el mismo tuvo una buena recepción entre los pasajeros y permitió que los 350 pasajeros de un A380 embarque en 20 minutos. Esta tecnología se vuelve clave a medida que el crecimiento del tráfico de pasajeros se choca con las limitaciones de la infraestructura aeroportuaria.
Lo que en promedio demora 1 hora o 40 minutos ahora podría reducirse a solo 20 minutos. Esto no solo beneficia a los pasajeros en cuanto al tiempo de espera en el aeropuerto, el cual se reduce bastante, sino que también incrementa su protección y seguridad al mismo tiempo que representa una disminución en los costos para la aerolínea, ya que cada minuto que el avión está en tierra representa gastos extras para la empresa.
El reconocimiento facial se ha convertido en los últimos años en la tecnología fundamental en la identificación biométrica y comienza a tener especial auge en los aeropuertos hub más concurridos del mundo. Especialmente en países que se sienten amenzados, si bien en el entorno geopolítico actual, cualquier parte del mundo es susceptible de ser objeto de un ataque terrorista, hay ciertos países que tienen reciben amenazas o en los que ocurren atentados con mas frecuencia que en otros.
¿Como funciona?
El sistema de reconocimiento facial es una aplicación dirigida por ordenador que identifica automáticamente a una persona en una imagen digital, mediante el análisis de sus características faciales, extraídas de la imagen o de un fotograma de una fuente de vídeo, comparándolas con una base de datos. Las puertas de auto embarque utilizan unas sofisticadas cámaras que capturan el rostro de los pasajeros al acercarse al mismo. La imagen es cruzada con la base de datos de la agencia de fronteras del país correspondiente, para verificar su identidad y obtener al instante el estado de “abordado”, evitando que el pasajero deba mostrar su tarjeta de embarque o pasaporte en la puerta.
Biometría en Argentina
En agosto del año 2015 en Argentina se implementaron las primeras puertas biométricas para arribos y partidas en el aeropuerto e Ministro Pistarini de Ezeiza. El nuevo circuito funciona así: primero se lee el pasaporte y luego la persona pasa al box, donde se toma su huella dactilar y una fotografía. Automáticamente sus datos se contrastan con la base del Registro nacional de las personas (RANAPER) y, si todo está bien, se libera su ingreso. Este seria un primer paso hacia la completa implementación de nuevas tecnologías biométricas en el país.