GOURMET

Una introducción al enoturismo brasileño

Brasil es sinónimo de sol y playa, pero no siempre: con clima fresco y buen clima, la Sierra Gaúcha ofrece la posibilidad de recorrer una de las regiones más fértiles del país, bucólicos paisajes de montaña y ríos caudalosos que bañan los viñedos. El país de las caipirinhas y costas paradisíacas (también) puede ofrecer experiencias únicas a los amantes del vino.

Aunque Brasil no está en la lista de los grandes consumidores de vino del mundo, cuenta con una amplia producción y un atractivo circuito para su degustación en circuitos consolidados para el ecoturismo.

Una de las regiones más destacadas (y desconocidas fuera del país) es el Valle de San Francisco,drenada por el río San Francisco y sus afluentes, que se extiende por los estados de Minas Gerais, Bahía, Pernambuco, Sergipe y Alagoas. Región de amplia producción de frutas y verduras, su puerta de entrada es Petrolina (Pernambuco), que junto a la ciudad de Juazeiro concentra la producción de vinos locales. Es un área de clima tropical semiárido único en Brasil, que tiene temperaturas benignas durante todo el año, lo que permite que los viñedos produzcan más de dos cosechas anuales.

La región produce los llamados vinos tropicales, con originalidad e identidad regional, además de espumantes y aguardientes. Allí, además de tours de vino y gastronomía, hay variadas opciones de inmersión en la naturaleza. Una de ellas es el recorrido a las islas del río -la más grandes son Massangano y Rodeadouro- con aguas claras y arena blanquísima. Como curiosidad, vale la pena conocer el Bodódromo, un complejo gastronómico donde la carne de chivo es un manjar muy exótico y se sirve de diferentes maneras, así como el cordero y sus guarniciones, como frijoles, arroz y yuca, infaltables en la comida típica del Nordeste.

A unos dos mil kilómetros de Mendoza, en Rio Grande do Sul, está el corazón del Valle de los Viñedos, la región que concentra la producción de vinos y jugo de uvas en el sur del Brasil. Durante el primer trimestre del año, las vinícolas celebran la recolección de las uvas, evento que tiene en la agenda celebraciones especiales que ofrecen a los visitantes gastronomía refinada con productos regionales, catas y una inmersión en la única zona de Brasil cuyos vinos poseen denominación de origen (D.O.), certificada a nivel internacional.

La mayoría de las celebraciones de la vendimia se concentra en la ciudad de Bento Gonçalves, a 122 km de la capital del Rio Grande do Sul, Porto Alegre. Fundada en el siglo XIX por inmigrantes italianos, es considerada el epicentro de la producción de vinos en el sur de Brasil y uno de las principales exponentes de la cultura europea en la región.

Las ciudades más conocidas por su producción de vinos en la Sierra Gaúcha son Bento Gonçalves, Garibaldi, Flores da Cunha y Monte Belo do Sul, y entre las bodegas de trayectoria, están Casa Valduga, Cainelli, Luis Argenta, Casa Adesso, Casa Perini, Vinícola Larentis, Videiras Carraro, Cave do Sol y Vinícola Garibaldi, por lo que vale la pena investigar qué ofrece cada una a la hora de recibir visitantes.

Para el viaje por el Valle de los Viñedos está la opción del paseo itinerante (durmiendo cada noche en un lugar distinto) o bien la de establecer base en una ciudad y, desde allí, emprender paseos por el día, ya que las ciudades están muy cerca unas de las otras. La más céntrica es Bento Gonçalves, pero Garibaldi está al lado, por lo que puede ser una segunda opción para quienes quieran instalarse en un solo alojamiento con opción de ida y vuelta.

Una alternativa interesante -tras las comilonas- es el Spa del Vino, único en América del Sur que practica la vinoterapia, un conjunto de terapias de la marca francesa Caudalie, que desde hace tres décadas patrocina estudios en la Universidad de Burdeos sobre los efectos de la uva en la piel. El lugar es paradisíaco y está ubicado en el corazón del Valle de los Viñedos, en Bento Gonçalves.

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