Jóvenes, adultos y niños conviven por igual en estas playas donde el sonido de tambores acompaña una plática entre amigos, una fiesta, una comida o la placidez de caminar a la orilla del mar.
Jóvenes, adultos y niños conviven por igual en estas playas donde el sonido de tambores acompaña una plática entre amigos, una fiesta, una comida o la placidez de caminar a la orilla del mar.
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