La gastronomía siempre ofrece experiencias únicas; disfruta del sabor a mar en los festivales y jornadas del pescado y el marisco del litoral asturiano
En Asturias se puede, literalmente, saborear el Cantábrico y sentirse en el paraíso. Al placer de disfrutar de un buen marisco o pescado a lo largo de sus más de cuatrocientos kilómetros de costa, se añaden muchos otros aditivos: la enriquecedora experiencia de combinar turismo, tradición y gastronomía, la confianza de sentarse en una buena mesa con vistas al mar, la frescura de sus productos, el exquisito recetario, una alegre fiesta con la familia y los amigos y la constante sensación, compartida por todos, de decir ‘Hum… Lo mejor que comí en la vida’.
Que en esta tierra se come de lujo no es ningún secreto. ¿Hay algo más 'prestoso' que unas sardinas y el bonito a la plancha, el intenso sabor de los percebes y los oricios, una buena caldereta o una tapa de pulpo, todo acompañado de un culín de sidra?
Tres pilares convierten al Principado en uno de los destinos turísticos favoritos: su incuestionable belleza, su diversidad, con un gran contraste en escasos metros entre la montaña y la costa, y su gastronomía. La amplia actividad diaria en los puertos marineros del Principado, de Occidente a Oriente, que comienza bien temprano con los pescadores saliendo a faenar para despachar los productos en las lonjas, permite a los restaurantes ofrecer unos productos frescos y excelente calidad. Algunos en las cuatro estaciones y otros en función de la campaña de captura, cuando el producto presenta su mejor sabor y tamaño para el consumo.
Cada pescado y marisco se diferencia en sus características y por tanto, merece un homenaje propio. A lo largo de todo el año, las dieciocho villas marineras que riegan la costa asturiana ponen sus manteles de gala y convierten en protagonistas a sus afamados vecinos del Cantábrico. Una ruta que merece la pena marcar en el calendario.
Estas son algunas de las citas con los más laureados (por orden alfabético, ya que resulta imposible decantarse por uno):
Angula: Soto del Barco rinde homenaje en marzo a su reina, la angula, por todo lo alto, con una fiesta declarada de Interés Turístico Regional. Los restaurantes de la localidad sirven este manjar ligado a la desembocadura del río Nalón en sus diferentes versiones, conquistando todos los paladares. Y si te quedas con ganas de saber más, acércate hasta el centro de interpretación ‘Puerta del Mar’ en San Juan de la Arena, donde te adentrarás en la vinculación de la angula con esta zona y su ciclo biológico.
Bonito: en plena temporada, a partir de junio, numerosas localidades organizan unas jornadas dedicadas a este plato, en sus distintas versiones. Destacan, entre otras, las jornadas de Luanco, considerada por muchos la capital bonitera de Asturias y con una amplia tradición conservera. Durante unos días se pueden disfrutar a la plancha, en conserva, en guisos…
Conservas: aprovechando la excelente materia prima del Cantábrico, la industria conservera ha sido otra importante fuente de tradición y riqueza en las villas marineras. Candás se convierte en la capital de este sector en julio, ofreciendo a los visitantes la degustación y venta de numerosos productos.
Lapas: de los pedreros a los fogones de La Marina maliaya. Esta vecinal privilegiada de la costa preside las jornadas gastronómicas culturales en Quintes y Quintueles en abril desde hace más de dos décadas.
Mejillones: coincidiendo con la Semana Santa, Tapia de Casariego suma a sus atractivos la fiesta del mejillón. Este popular molusco se sirve a precios muy populares y en distintas recetas.
Merluza: Cudillero, una de las villas más encantadoras del Principado y famosa por su anfiteatro natural, dedica a este pescado el último fin de semana de abril. Se puede degustar la merluza del pinchu, capturada con el anzuelo, sin redes, en todas sus variedades, bien a la cazuela, a la sidra, con angulas, a la romana o con cocochas, por citar algunas de las más aplaudidas. Un ingrediente estrella que también se convierte en protagonista en Lastres, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, y en Ribadedeva, en la costa oriental, ambos en junio.
Oricios: los amantes de estos equinodermos, uno de los grandes manjares del Cantábrico, señalan en su calendario, en marzo (la fecha exacta se establece cada año en función de las mareas), el Festival del Oricio de Bañugues (en Gozón, a diez minutos del Cabo Peñas, otra visita recomendada). En una gran carpa frente a la playa, la materia prima, un verdadero manjar, se cuenta por miles y se ofrece con distintas elaboraciones, al gusto del consumidor: al natural, cocidos, en revuelto, en tortilla o en empanada. Este fruto del mar convierte también Huerres, en Colunga, en otra capital gastronómica también en marzo.
Ostras: el festival gastronómico de Castropol revindica el producto estrella de la Ría el Eo a finales de abril y principios de año. Degustaciones, cocina en directo, exposiciones y música son algunas de las actividades para una cita especial.
Percebes: la cofradía de pescadores de Puerto de Vega, la mayor distribuidora de Asturias de este producto, rinde homenaje en abril a este crustáceo capturado adosado a las rocas, uno de los más codiciados por su intenso sabor a mar y que no merece más florituras que cocerlo para degustarlo. Tapia de Casariego es otra de las villas que le dedican unas jornadas en diciembre, coincidiendo con el puente de la Constitución.
Pixín: llamado rape en otras zonas, Muros del Nalón se vuelca con este pescado (considerado uno de los más feos por su morfología, de cabeza ancha y cola estrecha, pero ya en el plato, de sabor y textura exquisita) en Semana Santa. Los restaurantes de la localidad ofrecen durante las jornadas este producto en todas sus variantes. Admite todo tipo de preparación: a la plancha, como fritos, amariscado, en caldereta...
Pulpo: los establecimientos de Muros del Nalón se vuelcan en abril con el festival del cefalópodo, ofreciendo raciones y platos en torno a este exitoso ingrediente. Ferrero, en Gozón, también lo convierte en la estrella del cartel a mediados de agosto, al igual que Candás, en este caso en abril.
Sardinas: tal es el éxito de este pescado azul que varias villas marineras le rinden homenaje. Candás, uno de los puntos más septentrionales de la Península Ibérica, celebra una de las fiestas gastronómicas más populares de Asturias en agosto, coincidiendo con sus fiestas patronales de San Félix. Las sardinas a la plancha y a la brasa se convierten en un rico plato estival. Otra opción, para quien se quede con ganas de repetir experiencia, y normalmente unos días más adelante, es Puerto de Vega. Celebra desde hace tres décadas a mediados de agosto una gran sardinada monumental en la explanada de la lonja del puerto pesquero.
A estas citas se suman otras con carácter variado, como las Jornadas Gastronómicas del Mar, en Ribadesella, celebradas desde los años ochenta y que ponen sobre la mesa los mejores pescados y mariscos como el bogavante, el rape o las cigalas a principios de junio, y las Jornadas del Marisco de Llanes, el segundo y tercer fin de semana de junio.
¡Buen provecho!
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