A cuatro horas de micro de la Capital, la ciudad de Rosario ofrece una oferta totalmente renovada para el turismo de fin de semana. Quienes han ido lo saben.
La costanera, antes olvidada, fue recuperada por completo; se han creado museos novedosos (como el de la Memoria, el de los Niños o la vanguardista Isla de los Inventos) que se suman a una múltiple actividad cultural, deportiva y de contacto pleno con la naturaleza en la zona ribereña. Fueron también mejorados y más cuidados los parques tradicionales (como el España o el Independencia) y hasta el Monumento a la Bandera está más vistoso que nunca. Hay mucho que hacer en una escapada a Rosario, una ciudad que, como dice el rosarino Fito Páez en uno de sus temas más difundidos, “siempre estuvo cerca”.
Cómo llegar.
En auto por autopista: son 300 kilómetros. En ómnibus hay frecuencias de hasta treinta minutos. Las empresas que van son varias, entre ellas Chevalier. El viaje dura cuatro horas y a veces un poco menos. El costo va desde 51 pesos semi-cama a 58, cama. También puede viajarse en avión. Aerolíneas Argentinas cuenta con una frecuencia de un vuelo diario los días lunes, martes, miércoles y jueves por la mañana. La tarifa es de 215 pesos para adultos, ida y vuelta (www.aerolineasargentinas.com.ar). El viaje dura cincuenta minutos. Se arriba al aeropuerto internacional Islas Malvinas.
Dónde alojarse.
Hotel Presidente, en pleno centro de la ciudad. Tiene piscina y tarjetas magnéticas en las habitaciones. Nuevo Hotel Imperio, situado a cuatro cuadras del río y también en zona céntrica. Tiene aire acondicionado, televisión por cable en todas las habitaciones y otros servicios de interés. En la ciudad hay múltiples ofertas de hotelería, hosterías y hostels para todos los bolsillos.
Dónde comer.
Estación Guemes, restorán situado junto al solar histórico ferroviario de la ciudad. Evoca la época de oro del ferrocarril rosarino. Entre otras opciones una muy recomendable es Vip, próximo al Monumento a la Bandera. Tiene wi fi y ofrece deliciosas tortas caseras. Los amantes de la gastronomía regional deben concurrir al pintoresco restorán del Club de Pescadores, próximo también al Monumento.