La herencia del Conde ruso y la vida después del tea time dónde Bond…James Bond le enseña a Borges…Jorge Borges por qué el Martini se pide shaken, not stirred.
Por Candelaria Lighezzolo y Ariel Iturbide
Ya no es 1945 y ningún Conde mora por el 405 de Córdoba. Ni de tarde, ni día. Sus amigos no salen de oficinas cercanas y ni siquiera están por aquí ni allá. Ya han estado y ya han jugado, ya han bebido y bailado. Sin embargo hay vida además del tea time…
…-Cuando? – pregunté a Hernán, Chef ejecutivo del Lancaster, el tipo que me había prometido la mejor compañía pastelera a la hora del té (y cumplió)…-Todos los primeros jueves de cada mes!-…contesta sacando brillo a sus uñas en la pechera del delantal.
Y es que las propuestas se dan durante todo el día; temprano, at noon, tea time or after.
…-Además ahora ampliamos la propuesta de Cocktail con Ornella, la conoces? Los clásicos son impecables y los “de autor” son para llevar a casa-…me dice el chef mientras señala un Cosmopolitan twisteado que me esperaba en la barra.
Ornella di Salvo, bar tender o drink master o simplemente Orne, como simpáticamente se hace llamar es la encargada de los tragos y el alma mater de los sucesos tras la barra.
Vuelvo a Hernán, Cosmopolitan en una mano y mi cámara en la otra, lo cual me preocupa porque él venía con un carpaccio de pulpo que no podía dejar pasar. Acto seguido y con la cámara ahora sentadita en un sillón me dejo llevar por el pulpo, y allá voy. Y no paro de ir porque ese carpaccio es…es, no importa. El pulpo y yo fuimos uno. La descripción del molusco octópodo como asi también las de los brebajes queda en el tipeo de mi compañera de evento.
El menú del after viene con una carta de pintxos que incluyen fríos como carpaccio de pulpo con papines andinos, de una textura envidiable por tratarse de pulpo. Tosta de roast beef con mostaza antigua, sí, tipo dijon y detalles con pepinillos que eran como Batman & Robin. Tortilla de papas sin sorpresas, salvo que ser de carácter ibérico y sentirse placentera sea una sorpresa, con tumaca por supuesto, el detalle fresco del tomate no se negocia. Y ensalada de pollo con yogurt y maíz ahumado, casi mi preferido, o mi preferido.
Los calientes alternan empanaditas de carne braseada para comer de a pares o del tipo salteñas (las criollas siempre corren con ventajas por lo tanto no fallan), mini sandwich de milanesa y mayonesa de chimi, papas con Bacon y cheddar para repetir… y repetir, y Champiñones gratinados para recordar y recordar.
Cada una de las tentaciones de este “picoteo” se degustan genuinas y son tan variadas como sus estilos. Mezcla y no de lugares y rincones, como queriendo contar costumbres, productos y ricuras de todas partes, tal vez un reflejo directo de su mentor, que descubrió la cocina unida a la pasión -algo que sucede cuando se ama lo que hace- y no dejó de recorrer el mundo para cocinarlo entero. Así también es su carta en el NH Lancaster… que llevará un capítulo aparte.
Tragos, clásicos para no olvidar; pero sobre todo para re ponderar. Por algo fueron y siguen siendo clásicos. Una vez, muuuy joven, una amiga de por aquellos tiempos que había estado viviendo en NY, me dijo que extrañaba un Cosmopolitan… y aclaró, algo resignada, “es que se prepara con jugo de arándanos” y … como que no hacía falta aclarar más, jugo natural de arándanos hace unos 19 años en medio del auge de los daiquiri frozen, era bastante prescindible en las barras porteñas. En la presentación del after NH Lancaster Ornella lo preparó y lo explicó, recordé a mi amiga y sus ganas de aquel trago, y ahora las ganas eran mías. Riquísimo, nada empalagoso y tenía un equilibro perfecto, gracias! cuenta saldada en mi memoria.
Es así como los primeros jueves de cada mes el after tiene sus rock stars: “los tragos”, clásico que por algo son clásicos y los de autor, que tientan y se disfrutan. A mi turno probé uno de remolacha, y robé otro a mi compañero de Kiwi con vodka y … pulgares arriba sin peros.
Y hay algo más… una sangría preparada con frutas y vino tinto, rico, joven y frutado. La sangría no es sinónimo de denostar el buen vino, ni de salvar uno malo. Es simplemente una alternativa, como aperitivo, cocktail, bebida... como lo quieras llamar, una fresca y oportuna alternativa. Celebro la jugada y me la llevo a mi terraza para compartir una tarde o noche con amigos.
Vuelvo al teclado para advertiros que en los tés del Lancaster nos mirábamos con Kodama y su amado Jorge, así pues las horas cambian y sus habitués también, y si ves a Ornela servir un vesper, un Martini agitado y no revuelto, míralo dos veces…puede que sea para Bond, James Bond.
NH Lancaster Av. Córdoba 405
Informes y Reservas : 011 4131-6464
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