Semanas atrás vimos en los medios especializados una noticia por cierto curiosa. La misma indicaba que Uruguay y Brasil avanzan en la activación del primer aeropuerto de uso binacional de América Latina, que se encuentra ubicado en la norteña ciudad uruguaya de Rivera, en la frontera con Brasil.

Por Lic. Leandro Peres Lerea

@pereslerea

Luego de un encuentro de autoridades de alto nivel de ambos países, se acordó trabajar sobre seis ejes, entre los que destacan la activación una terminal aérea de uso binacional que incorpore un proyecto general de desarrollo regional a ambos lados de la frontera.

Este caso nos debiera dar una gran idea. Sobre todo en países como Argentina, donde las distancias son grandes y la aviación es fundamental. En muchas ciudades tener un aeropuerto es poco viable por los costos, infraestructura y como broche de oro por la poca cantidad de vuelos que operan en cada uno.

Tenemos varias ciudades en nuestro país que podrían tranquilamente pensar en ideas como estas. Santa Fe / Paraná, Resistencia / Corrientes, y hasta Goya / Reconquista. O bien tantos ejemplos de ciudades que sumando sus áreas urbanas se convertirían rápidamente en opciones atractivas para las aerolíneas.

El caso es práctico, sencillo y sin fijarnos en las susceptibilidades que pudieran llegar a herir es fácil de hacer.

Pensemos en lo atractivo que seria un aeropuerto mixto entre Resistencia y Corrientes, sumarían entre ambas ciudades más de 600.000 habitantes. Mejorando las frecuencias de vuelos existentes y sumando nuevas, cuando no convirtiéndose en escalas de otros vuelos.

Goya y Reconquista en este caso tienen todo para ganar puesto que hoy no cuentan con vuelos. Por lo que un conformarían un aeropuerto para casi 150.000 habitantes que seria equivalente a un aeropuerto como los de La Rioja o Catamarca.

La sinergia que crearían para cada una de las ciudades sería increíble. Revivirían la industria turística pero a su vez mejorarían las conexiones en algunos casos hoy inexistentes.

A nivel marketing la promoción y la aparición de nuevas rutas daría como resultado la aparición de puestos de trabajo, reactivación del turismo rural, regional o corporativo. Cuando obviamente no podemos dejar de mencionar el rol que la aviación tiene en todas las demás industrias más allá del turismo en si.

Da para pensar no? Si entre dos países lo van a poner en marcha, dentro de un mismo país debiera ser más sencillo aun.