La aerolínea más importante de Europa. se encuentra como muchas otras en una situación crítica, solo de ella, dependen otras 15 empresas, se calcula que Lufthansa cuenta con 130.000 empleados y con una flota de 760 aviones.
Debido a las restricciones de vuelo la compañía tiene a la gran mayoría de sus aeronaves en tierra. Ante esta situación crítica en la que la aerolínea llega a perder hasta 1 millón de euros por hora, se vio obligado a tomar medidas drásticas en algunos aspectos como cesar las operaciones en una de sus filiales, la empresa de bajo costa Germanwings, que había sido adquirida formalmente en 2015, pero que ya venia operando algunas rutas de Lufthansa desde 2013. En medio de esta crisis los pilotos de Lufthansa ofrecieron reducir sus sueldos un 50% para contribuir a superar esta crisis que podría durar hasta el 2023 según estiman los expertos para volver a valores normales de transporte de pasajero, vuelos, etc.
Mientras se espera el desembolso de un préstamo por parte del gobierno Alemán de 9.000 millones de euros, préstamo que como condicionante es tener participación en la compañía aérea. De no realizarse el préstamo la empresa se estaría enfrentando a un gran problema de liquides y se sumaria a las perdidas del trimestre anterior, en el cual ya se perdió 1.200 millones de euros.
Lufthansa se encuentra en estos momentos realizando vuelos humanitarios, de repatriación, de carga por insumos sanitarios, también cuenta con talleres donde aviones privados o de otras aerolíneas son modificados para carga, con esto la empresa tiene un ingreso dentro de tanta perdida.
Seguramente el pasajero post COVID-19 no sea el mismo que el de antes, la empresa se encuentra llevando a cabo una serie de procesos de reestructuración, por eso también la acción de dejar parte de su flota en el cementerio de Teruel como es el caso de los A340 y A380, mostrando una clara decisión por deshacerse de los aviones de pasajero con gran consumo y mas perdida porque la aeronave no es rentable. Son aeronaves que se verán muy limitadas en su uso ya que el pasajero seguramente evaluará los riesgos de viajar en transportes donde se encuentre muchas personas.
Seguramente está crisis deje muchas enseñanzas y traiga todo un cambio en la forma en la que vivimos hasta hoy, las personas seguramente evaluarán otros medios de transporte con lo que respecta a vuelos de cabotaje. En el caso de los vuelos internacionales ya se está proponiendo que los pasajeros cuenten con certificados de buena salud para poder viajar y que estén una hora antes en el aeropuerto lo que sumado a las 3 horas que ya se utilizan hoy para estos casos haría un total de 4 horas, lo que significaría un trastorno extra para el pasajero más cuando los vuelos sean internacionales pero de poca duración ya que se pasaría más tiempo en el aeropuerto que de vuelo.
Ante esta situación las compañías aéreas tendrán que reinventarse y utilizar todos los recursos posibles para hacer que las personas prefieran seguir utilizando los aviones por sobre otros medios de transportes, nuestro parecer luego de esta pandemia el foco se centrara en los vuelos de cabotaje hasta que la gente se readapte al sistema y vuelva a confiar en la seguridad en los aviones.