Siempre merece la pena pasear por Asturias, y en ese paseo hay algunos museos que no te puedes perder. Son continentes y contenidos que te sumergen en la esencia misma de una tierra de mar y montaña, de una tierra que ama el arte, de una tierra creativa y sensible, una tierra de ingenios, de supervivencia, de carbón y de acero, de sendas verdes y caminos de hierro, una tierra fértil, que adora los frutos de la naturaleza y los transforma en sidra.
El alma de Asturias se desgrana en pequeños trozos y cada uno está en un museo, y cada museo se encuentra en un lugar especial, diferente, exquisito o sublime, cotidiano y familiar, pero todos son un espacio único, donde vivirás sensaciones que no pensabas que existieran.
¡Por eso te proponemos un itinerario por los 10 museos de Asturias que no te puedes perder!
Los templos de la memoria
Si algo caracteriza a Asturias es un pasado apasionante, que aparece en cada rincón, en cada pueblo, en cada ciudad, y en definitiva en cada paisaje.
Y a menudo Asturias atesora a buen recaudo y en magníficos continentes, el extraordinario legado de su memoria. Tres ejemplos te bastarán para comprobarlo: El Muséu del Pueblu d'Asturies, en Gijón; el Museo Etnográfico de Grandas de Salime, y el Museo de los Molinos de Mazonovo, en Taramundi.
El Muséu del Pueblu D’Asturies está en Gijón/Xixón, en una ribera del río Piles, y muy cerca del Estadio del Molinón, en una zona residencial de la ciudad, muy tranquila y apta para el paseo.
Los diferentes edificios del museo están rodeados de verde, y en el recinto natural en el que se ubica hay hasta una laguna. La presencia de distintas aves, de árboles y de construcciones típicas asturianas como los hórreos, además de algunas casonas, confieren al lugar un aire especial y muy agradable para visitar. Asimismo, los contenidos documentales, gráficos, etnográficos, bibliográficos, así como obras de arte y objetos varios hacen de este museo uno de los más cualificados como un auténtico templo de la memoria de Asturias.
Otra gran compilación de la memoria asturiana, en este caso específicamente rural y centrada en lo que antaño fue la vida en el occidente de Asturias, es el Museo Etnográfico de Grandas de Salime. La recreación de una vivienda, la escuela, el bar-tienda, los oficios tradicionales, las máquinas y objetos cotidianos que ayudaban a mejorar la vida, las costumbres de siempre… Encontrarás de todo en este museo, que además está al pie de una de las etapas más emblemáticas del Camino de Santiago Primitivo, justamente la última antes de entrar en tierras gallegas.
Pero si lo que te fascina son los ingenios hidráulicos y el observar cómo desde antiguo se utilizó el agua de los ríos y arroyos para la vida cotidiana a través de distintos tipos de molinos, tu destino sin duda es Mazonovo, en el concejo de Taramundi, donde el Museo de los Molinos, ubicado en un idílico lugar a pie de río – como no podía ser de otra manera – te permitirá ver en funcionamiento varios molinos (el espacio cuenta con más de 20 y es uno de los más completos de España).
¡En estos tres templos de la memoria habrás contemplado una sustanciosa parte del pasado de Asturias!
Con mucho arte
Si algún museo hay en Asturias con mucho arte, ese es el Museo de Bellas Artes, que destaca especialmente por su gran colección, que abarca más de 15.000 piezas desde el siglo XIV a la actualidad, y cuenta con una variada representación de pintura, escultura, dibujos, fotografías y artes aplicadas e industriales (especialmente vidrio y loza).
En definitiva un espacio cien por cien artístico en el casco histórico de Oviedo/Uviéu, en unos edificios de gran valor arquitectónico como el Palacio de Velarde, y el recientemente construido y concebido como ampliación del museo, diseñado por Francisco Mangado. En realidad, el conjunto es una mezcla de clasicismo y vanguardia, que contribuye a crear una embriagadora atmósfera, ideal para el disfrute del arte con mayúsculas.
¡Y después a deambular por el Oviedo histórico, que es una auténtica delicia!
Un vistazo al pasado
Una de las mejores maneras para echar un vistazo de lo más completo y gratificante al pasado de Asturias es acercarte al Museo Arqueológico de Asturias, donde en solo tres plantas viajarás desde la Prehistoria hasta los albores de la Edad Moderna. Además, con el atractivo añadido de que el museo está instalado en el antiguo monasterio benedictino de San Vicente, datado en el siglo XVI, e íntimamente ligado a la historia de Oviedo/Uviéu y al Padre Benito Feijoo, uno de los grandes escritores y pensadores españoles.
El Arqueológico, también en el corazón histórico ovetense, es un museo que combina a las mil maravillas los elementos interactivos con los tradicionales, y la envergadura del edificio permite acoger contenidos de gran rigor científico de una forma amena y cercana.
¡Así que podrás acercarte, por ejemplo, al Arte rupestre o al Arte prerrománico con total naturalidad!
Para disfrutar en familia
El Museo del Jurásico de Asturias - MUJA - es uno de los museos de la nueva hornada en Asturias (fue inaugurado en 2004), y precisamente por esta razón combina a las mil maravillas la parte científica con la más lúdica. Por su ubicación y por la concepción de su espacio, es ideal para visitar en familia, y tanto los niños como los adultos se vuelven locos de contentos.
El MUJA es profundamente interactivo y durante todo el año cuenta con una entretenida programación de charlas, talleres y salidas por el entorno para conocer la vida de los dinosaurios en esta parte de la costa asturiana, etc.
Tanto el exterior como el interior del museo te resultarán muy atractivos. En la zona exterior te dejarán impresionado las 23 réplicas a tamaño natural de diferentes tipos de dinosaurios, con el encanto añadido de las increíbles vistas del mar Cantábrico y de los Picos de Europa que hay desde la rasa de San Telmo (donde se encuentra el museo).
¡Para disfrutar como un niño, y si es en familia, más!
La sidra y el ferrocarril: un binomio muy asturiano
Tanto la sidra como el ferrocarril están indisolublemente asociados a la cultura y el paisaje asturiano. La primera porque es la bebida de Asturias por excelencia, y hunde sus raíces y tradición en el antaño más lejano, y el ferrocarril porque ha sido mucho más que un medio de transporte, y forma parte de la historia industrial y social de un territorio que fue durante los siglos XIX y XX pionero en la revolución tecnológica.
Así que lo tienes realmente fácil para aproximarte a la historia de estos dos mundos a través de dos espacios singulares: el Museo de la Sidra y el Museo del Ferrocarril.
El Museo de la Sidra está en la coqueta y ambientada villa de Nava, donde se ubican también algunos de los llagares más antiguos de Asturias y donde desde siempre se ha producido y consumido buena sidra, y prueba de ello es el gran Festival de la Sidra que allí se celebra cada año a principios del mes de julio.
En el museo seguirás el rastro de la manzana desde que está en la pomarada hasta que llega a tu paladar convertida en sidra, y además conocerás todo el entorno cultural de la sidra: la espicha, el chigre, la tonada, etc. E incluso, si te animas, podrás aprender a escanciar.
Y de la sidra al tren con increíble facilidad. Si te acercas por Gijón/Xixón, y quieres viajar a los siglos XIX y XX, tendrás que pasar por el Museo del Ferrocarril, donde hallarás un fiel retrato del Gijón/Xixón fabril y obrero de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.
Ubicado en la antigua Estación del Norte, casi mirando al mar y al pie de los que fueron los astilleros más importantes del siglo XX español, las instalaciones del museo tienen un aire novelesco, y parecen un escenario ideal para una película de cine. La visita al museo será para ti toda una inmersión en la historia del transporte, las comunicaciones y los cambios sociales de los últimos 150 años.
¡Un culín de sidra y una antigua locomotora a vapor, dos lujos a tu alcance en estos peculiares museos!
La mina y el mar
Una canción popular asturiana titulada La mina y el mar expone de forma poética y sencilla la profunda conexión que existe en Asturias entre ambos mundos: el minero y el marinero.
Tanto la mar (Asturias tiene 350 kilómetros de costa), como la mina (que tiene incluso tradición prerromana) son dos culturas de profundo arraigo en una tierra donde tanto en la montaña como en el litoral contemplarás bellos paisajes, a menudo salpicados de escenas donde afloran las costumbres y el modo de vida que durante siglos hizo posible la sobrevivencia en Asturias.
Así que no es de extrañar en absoluto que exista un museo marítimo y un museo minero, cuya visita será sin duda una experiencia única, no solo por las sorpresas que te aguardan allí, sino por la belleza paisajística del entorno de ambos.
El Museo Marítimo de Asturias está en Lluanco/Luanco, una de las más hermosas villas marineras de la costa central asturiana, muy próxima a Peñes (el punto más septentrional de Asturias). Con lo cual una visita a este espacio te garantiza un acogedor ambiente marinero, dado que Lluanco/Luanco es un lugar animado, donde puedes pasear por su espléndido casco histórico o por sus playas, y donde podrás degustar lo mejor de la cocina marinera. Y como perfecto aderezo cultural, tienes el museo, cuya existencia responde a la notable cultura e inquietud por la mar que existe en Asturias.
El museo te proporcionará una detallada visión de las actividades marítimas, así como documentación, bibliografía e interesantes imágenes, y además conocerás lo que fue la pujante industria conservera de la zona.
Y de una industria a otra. Si quieres cambiar de tercio y conocer la mina, uno de tus espacios imprescindibles es el Ecomuseo Minero "Valle de Samuño", ubicado en el valle del mismo nombre, en la cuenca minera del Nalón (una de las de mayor tradición industrial de toda España).
Al encanto del verdor y la angustura del valle, se añade la estética industrial del siglo XX del que fuera pozo San Luis, hoy convertido en Ecomuseo, cuya explanada resulta impactante por lo imponente de su castillete y por el aspecto de sus instalaciones. Y ya en el interior, no defrauda, sino todo lo contrario. Tanto los espacios del exterior del pozo (sala de máquinas, lampistería, talleres, etc.), como las galerías subterráneas son el lugar ideal para sentirte un minero, y si además haces el viaje en tren desde la estación del Cadavíu, la sensación ya será total.
Si te das cuenta solo con dos museos ¡Habrás entonado la canción asturiana de la mina y el mar!
¡Recorre los museos de Asturias en un viaje inolvidable! ¡Y si te ha gustado este post, compártelo en tu facebook!
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