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LLEGARON LOS PENACHO AMARILLO

Sus cejas y penachos amarillo, que contrastan con las plumas renegridas de la cabeza, y sus ojos rojo rubí los diferencian de otras variedades de pingüinos, además de su menor tamaño (2,5 kilogramos en promedio) y ciertos comportamientos.


Los recién llegados son machos, que armarán el nido para cuando lleguen las hembras, en unas dos semanas, y empollarán ambos sus dos huevos anuales, de los cuales normalmente sólo sobrevive un pichón, ya que los padres sólo atienden al de mayor tamaño.
A poco de entrar en mar abierto se ve en el horizonte la figura de Isla Pingüino, como una colina gris azulada con el faro apuntando al cielo desde su cima. Tras una hora de navegación, el bote llegó a destino, pero los guías bordearon primero Isla Blanca, para avistar de cerca su colonia de unos 2.000 lobos marinos de un pelo, en harenes. Isla Pingüino no tiene amarradero, por lo que el desembarco es digno del segmento "turismo aventura", ya que un tripulante debe saltar a una piedra de la costa y mantener el bote sostenido por una cuerda, para que cuando el vaivén de las olas lo permita los pasajeros puedan también dar un salto a tierra firme. "Nunca tuvimos una caída al agua", aseguró Javier, quien después llevó el semirígido y lo amarró a una boya, para retornar a la isla remando en un kayak y sumarse al grupo. El desembarco fue en la cara norte de la isla, que parecía tomada por pingüinos de Magallanes que deambulaban en grupos o yacían empollando en sus cuevas, indiferentes a los humanos, aunque éstos siempre deben evitar molestarlos. La caminata pasa junto al antiguo faro rojo descolorido -que tras décadas inactivo ahora funciona con paneles de energía solar-, mientras el grupo era sobrevolado por aves marines, en especial unos gordos escuás que se adueñaban del cielo de la isla. Hacia el oeste, se avistaba la cercana Isla Chata, donde está la colonia de cormoranes imperiales más grande del continente, con unos 25 mil ejemplares. Al comenzar el descenso, en unos cañadones rojos teñidos parcialmente de blanco por el guano de las aves, entre las piedras y grietas aparecieron centenares de pingüinos penacho amarillo. Despreocupados de los humanos que los observaban de muy cerca, la mayoría armaba sus nidos con piedras, plumas y restos de la poca vegetación de la isla, mientras otros sólo permanecían parados marcando con celo su territorio. Si alguno osaba pisar el espacio de otro o entrar en su cueva se oían sus chillidos y se generaban duras peleas, tanto que había ejemplares con su pecho blanco cubierto de manchas de sangre, o con la cabeza y ojos lastimados y sangrantes, debido a que son más pequeños que los magallánicos pero más agresivos. Con la llegada de las hembras, conformarán unas 1.200 parejas, a las que en diciembre se sumarán aproximadamente 500 juveniles. La isla, que está dentro del nuevo Parque Interjurisdiccional Isla Pingüino, no tiene aún senderos peatonales, por lo que es posible llegar muy cerca de estos animales -tanto como el guía lo autorice y sin tocarlos- y permanecer horas sin que se inmuten.
Esta experiencia, irrepetible en otro punto del continente, puede extenderse un par de horas largas antes de iniciar el retorno al bote, ya que la excursión dura unas siete horas. Al regreso, se puede descender por el este y ver una pequeña colonia de lobos machos entre grandes rocas de la costa, rodeados de gaviotas, palomas antárticas, ostreros y otras aves marinas.
El pingüino de penacho amarillo es el atractivo destacado de Deseado, cuyas autoridades lo adoptaron como mascota y el último fin de semana lanzaron el logo de "Penachito" (una caricatura) como identificatorio de esta ciudad del norte de Santa Cruz, a 2.050 kilómetros de Buenos Aires y a 120 de la Ruta Nacional 3.
El secretario de Turismo local, Santiago Aberastain, explicó a Télam que no hay fecha fija de inicio de temporada de avistamiento sino que depende de cuándo llegan a la isla y forman la colonia, que por su cercanía a la costa se la considera continental. "Cada año el lanzamiento de temporada se hace en fecha diferente, cuando se estima que llega el penacho, por lo que podría también considerarse iniciada con la apertura de la Expo Turística", añadió en relación a una exposición promocional de Puerto Deseado cuya inauguración encabezó.

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