Este estudio se realiza con la información obtenida de las empresas adheridas al Club Ecoturismo de España, que emplearon en 2019 a 3.143 trabajadores –2.613 en establecimientos hoteleros y 530 en empresas de actividades de ecoturismo- de los cuales casi 1.800 -57 %- son mujeres.
Son cifras que pueden parecer muy pequeñas, pero hay que tener en cuenta que el número de empresas adheridas al Club se calcula que no alcanza el 10 % del total de la oferta en destinos que albergan espacios naturales protegidos.
De modo que si extrapolamos los datos a todo el sector del Ecoturismo, su impacto en el empleo y en la economía de la zona en general es muy importante y más relevante aún al generarse en territorios rurales casi en su totalidad.
Las 367 empresas que han participado en el análisis generaron en 2019 una facturación de 33,8 millones de euros -24,3 millones los alojamientos y 9,5 las empresas de actividades- por lo que se puede calcular que todo el sector habría facturado unos 338 millones de euros.
El impacto económico generado por la actividad de estas compañías adheridas al Club de Ecoturismo de España para los destinos en los que se ubican ha sido del orden de los 107,8 millones de euros, según los datos del Observatorio, que indica que los alojamientos habrían generado un impacto en destino de unos 63 millones y las empresas de actividades de unos 44,8 millones de euros.
“Esto demuestra que, efectivamente, el ecoturismo es un impulsor del desarrollo socioeconómico de las zonas rurales” por el volumen de negocio que generan, pues suponen unos ingresos “directos e indirectos que fijan población”, afirma Amanda Guzmán, gerente de la Asociación de Ecoturismo de España y del Club de Ecoturismo de España.
Espacios naturales destinos turísticos
Una de las principales conclusiones del Observatorio es que “por tercer año consecutivo se demuestra que los espacios naturales protegidos son destinos turísticos” en sí mismos, destaca Guzmán.
Efectivamente, el espacio protegido, visitarlo y conocerlo, es el motivo del viaje del 73 % de los turistas encuestados.
Esto “debería constituir un refuerzo” para que se dote a los gestores de estos espacios de recursos suficientes para tener el producto cuidado y bien gestionado, para ofrecer “un ecoturismo de calidad, que sea sostenible” y que de este modo ayude a las empresas a mantener su actividad.
Un turista no tan especializado
Aunque parecería lógico pensar que el ecoturista es un viajero muy especializado, que viaja para ver al oso, o al lobo, por ejemplo, no es así. Es cierto que un 3 % de los clientes que contempla el Barómetro del Ecoturismo responde a ese perfil, pero la mayoría es un viajero más generalista.
“Le gusta la naturaleza, pero no se considera especialista, y lo mismo que visita un espacio natural visita un pueblo, disfruta de la gastronomía…”, resume Amanda Guzmán.
El gasto medio de este viajero en el destino es de 121,80 euros al día, de los cuales el 41 % se destina a alojamiento y el 28 % a comidas.
Este verano ha sido “muy irregular”, pero ha resultado bien, “mejor de lo esperado”; los alojamientos han funcionado “muy bien” y las actividades con más irregularidad. Clientes de la zona y diferente al habitual: “un público que está acostumbrado a hacer otro tipo de turismo y que no tiene la misma sensibilidad que el ecoturista de siempre”, afirma Amanda Guzmán.
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