Mucho se ha escrito acerca del posicionamiento como herramienta del marketing, como una búsqueda constante de influir en la mente del consumidor. El posicionamiento no es inocuo a las coyunturas, y menos aún cuando la misma es tan potente como la pandemia que nos circunda y ha atacado todo.
La coyuntura es para el marketing y sobre todo para el posicionamiento de una marca algo ineludible. Es imposible hacer marketing bien estando aislado de la realidad. Abstraerse de la misma puede conducir a errores imperdonables.
En este caso el COVID-19 traerá consigo un fuerte impacto en la sociedad, una serie de cambios culturales, de consumo aún por descubrir. Aquellas marcas que sepan interpretar y leer esos cambios podrán subsistir, estarán las que desaparezcan y por supuesto las que surjan o se reinventen.
Deliverys, apps, e-commerce, zoom, e-learning son claros aventajados en la carrera por conquistar un consumidor en busca de sus actuales necesidades o satisfacciones, pero cabe preguntarse si ese consumidor estará tan ávido del consumo tal como estabamos acostumbrados en tiempos de pre pandemia.
No obstante ello la pandemia es un gran momento para revisar lo hecho hasta ahora, en branding, presupuestos, comunicación, redes, atención al cliente, etc.
Muchas marcas se han hecho eco de ello y han modificado sus logos, casos como Mercado Libre, Mastercard, LinkedIn y otras han hecho gala de buena y oportuna creatividad.
A futuro los procesos de marketing deberán estar enfocarse en como hacer para que las marcas y su relación con el cliente salgan fortalecidas, a riesgo contrario de no existir, o quedar permanente dañadas si no saben hacer un manejo inteligente de la crisis. Seguro tendremos un cliente más exigente en cuestiones reales y no superficiales.
A diferencia de otras coyunturas este caso no deja espacio al error, el contraste entre acierto y error nos dejará afuera. Nunca antes un tema habia abarcado e influido sobre toda la humanidad a la par y en el mismo momento.
Es momento de planificar escenarios y hacer volar nuestra imaginación para adaptarnos rápidamente a esos cambios y estar presentes en la mente de los consumidores.
Siendo más vehementes deberemos reinventarnos, reenfocando nuestra comunicación en interpretar la nueva sociedad que viene.Que aún no sabemos como pero vendrá con cambios.