La historia de Cerveza Kunstmann, precursora en el desarrollo de especialidades Premium de la Patagonia y una de las marcas de cerveza más reconocidas de Chile, comenzó casi por casualidad en Valdivia en el año 1990 de la mano de Armin Kunstmann, un emprendedor que creó la marca que se convertiría en un símbolo de la región.

Una catástrofe natural marcaría el inicio

 

La génesis de Kunstmann se vio atada a un hecho histórico que marcó un antes y un después en la zona: en el año 1960, un terremoto y un maremoto destruyeron la ciudad ubicada al sur de Chile y, con ello, desapareció la tradición cervecera local.

 

Con el paso de los años, Armin, descendiente de alemanes, decidió hacer realidad lo que hasta el momento había sido una idea: crear una cerveza que sea representante de la herencia alemana y valdiviana. Así, con su formación de ingeniero químico, compró un libro, algunos utensilios y comenzó a experimentar en la cocina de su casa, contando con la ayuda de su esposa Patricia y sus hijos que colaboraban con su experimentación.

 

Muy buenos resultados llegarían, y con ellos una mejor cerveza

 

Tras varios ensayos y errores y con familiares y amigos como degustadores, los resultados fueron tan alentadores que, tan sólo un año después, Armin Kunstmann vendía formalmente su primera caja de cerveza: Kunstmann Lager. Esta primera variedad fue creada respetando el “Edicto de la Pureza” (Reinheitsgebot) del año 1516, que decreta que se debe producir con cuatro ingredientes esenciales: agua blanda, malta de cebada, lúpulo y levadura.

 

La marca fue creciendo y ganando fuerza en la región, y necesitaba dar un gran paso: trascender las fronteras. Por eso, en el año 2002, Kunstmann se asoció con CCU S.A, permitiéndole llegar a todos los rincones de Chile y Argentina. Al mismo tiempo, en su camino hacia la internacionalización, la marca comenzó a exportarse a Brasil, Colombia, Australia, México y Corea, entre otros.

 

Una base en casa, con vista al lago

En nuestro país, Kunstmann opera desde hace más de 10 años, ofreciendo Kunstmann Torobayo y Kunstmann Session IPA en sus presentaciones de lata 470cc. Además, desde el año 2014, Kunstmann cuenta con su propio espacio, ubicado en Av. Exequiel Bustillo 7966, San Carlos de Bariloche.

 

¡Una Cold IPA para celebrar, por favor!

 

En plena celebración por este hito de sus treinta años de trayectoria, la marca presentó la más reciente creación de su maestro cervecero: una COLD IPA. En este caso, hablamos de una versión refrescante, ligera y seca, que mantiene el privilegio de un lupulado presente y aromas cautivantes.

 

“Como apasionados de la cerveza craft, elegimos las variedades de lúpulo Magnum: de origen alemán, el cual aporta un amargor limpio, con algo de neutralidad en sabor y aroma, permitiendo que puedan destacarse las variedades Citra y Mosaic, clásicos norteamericanos, aportando notas a frutas dulces, maracuyá y cítricos, entre otros”, comentó Gabriel Blazewicz Chantefort, Maestro Cervecero de Kunstmann.

Voy a acompañar mi Cold IPA con...

 

Hablamos de una experimental que presenta un color dorado por el predominio de las maltas claras, con un cuerpo medio-bajo que realza la sensación de final seco en boca; en nariz, se perciben aromas cítricos y afrutados, y como detalle particular, la presencia de un perfil lupulado presente, mas no invasivo. Estas características de una cerveza con ABV 6,9%, logran el resultado de un balance agradable para los sentidos que nos va a llevar al con qué la acompañamos.

 

La nueva experimental, de tirada limitada y disponible únicamente en la cervecería de Bariloche, funciona como acompañante con platos bien condimentados, como pueden ser el pollo al curry, quesos de intensidad media/alta y hamburguesas de estilo americano. También para acompañar platos dulces como apple crumble con helado; flan con cítricos o un strudel de manzana con crema.