El domingo 3 de noviembre finalizó la primera edición del Cruce de las Altas Cumbres, este evento que mezcló la exigencia de lo deportivo con los magnificas paisajes de las Sierras de Córdoba. La carrera consistía en dos etapas, 40 kilómetros casa una, ida y vuelta de Nono a La Cumbrecita.
Los 205 corredores salieron el sábado 2 de noviembre desde Nono rumbo a La Cumbrecita, y tuvieron que sortear la etapa más dura en cuanto a las exigencias del terreno, y la altura acumulada, ya que La Cumbrecita se encuentra a 1350msnm y Nono a 835msnm. En la mitad del recorrido de los primeros 40km pasaron por la Escuela Ceferino Namuncurá en plena Pampa de Achala. El primer corredor en arribar al valle de Calamuchita fue Pablo Ureta, oriundo de Huerta Grande que actualmente vive en Suiza. Cumplió el objetivo en 4hs 20min y 52seg. La primera mujer en arribar fue Adriana Vargas y lo hizo aproximadamente 40 minutos después que el primer hombre. El último participante cruzó el macizo más grande de la Provincia en alrededor de 10horas.
La logística para un desafío de este tipo es enorme. Solamente en la mitad perteneciente a Nono hubo 6 puestos de control con gente de la zona, que hidrataba a los participantes, los alentaba para seguir o en su defecto, hacía lo necesario en caso de que alguno decidiera abandonar. En La Cumbrecita los esperaba toda la logística, para medir tiempos, ayudar a recomponerse, descansar y volver a salir el domingo rumbo a Nono.
El domingo también a las 7 de la mañana salieron 136 participantes hacia Nono. Los demás participantes abandonaron luego de la primera etapa, y fueron llevados por la organización nuevamente a Nono. Por el desnivel, y a pesar del cansancio acumulado, los primeros en llegar lo hicieron más o menos 10 minutos más rápido que el día anterior. El primer puesto se lo llevó Pablo Ureta que alcanzó su objetivo de 4hs 09min y 34seg y en las mujeres Adriana Vargas fue nuevamente la ganadora haciendo un tiempo de 5hs 03min 58seg.
De esta manera el domingo se convirtió en un día de aliento para los que iban llegando, los primeros llegaron a las 11.10hs de la mañana, mientras que el último lo hizo después de las 18hs. La entrega de premios se realizó a las 17hs, frente al Salón Parroquial, en el mismo lugar de la llegada. El lugar se llenó de curiosos que llegaban a ver el gran show de la entrega de premios. Se premió a todos por categorías, se agradeció a los colaboradores de ambos municipios involucrados, en especial a todos los que estuvieron durante estos dos días en los puestos de control, algunos durmiendo en carpas para esperar a los corredores. El público aplaudió y se emocionó al recordar el paso por la Escuela Ceferino Namuncurá (mitad del recorrido) Los chicos de la escuela los habían sorprendido con un regalo y se los habían entregado a los corredores cuando pasaron por allí, con una hermosa frase de aliento.
Estuvieron presentes autoridades tanto de Nono, como de La Cumbrecita, ambos pueblos organizadores de este desafío que pretende convertirse en un clásico.
Por último, Mariano Ceballos, intendente de Nono, entregó un obsequio de parte de la Municipalidad de Nono a los dos mejores tiempos, hombre y mujer, en la tabla general: Pablo Ureta y Adriana Vargas. Se trató de un pirograbado del artista local Víctor Bustillos Aguilar, con el escudo de la Municipalidad. Acompañó Don Dionisio Murua, vecino de Nono, invitado especialmente como muestra simbólica de lo que este paso ancestral significa para los pobladores de la zona, él que tantas veces hizo este sendero a caballo.
Nono y La Cumbrecita son pueblos similares en cuanto a que los dos viven del turismo. Están conectados por este sendero serrano utilizado para la carrera, utilizado desde la antigüedad.