Un político acusado de corrupción se esconde del acoso mediático en un pequeño pueblo de provincia, donde pasó los veranos de su infancia. Se enfrentará así a sus amigos de entonces y a los ideales perdidos en el camino de la vida. A la vez, un joven periodista se involucra, a su pesar, en una investigación para desentrañar la muerte de un abogado con vínculos poco claros.
Eugenia García, en su primera novela incursiona en un thriller político e intimista que habla desde la naturaleza humana y de la corrupción, desde el malestar, pero sin que se anule del todo un romanticismo de última hora. La mezcla es más bien sugerente con un final muy poco complaciente.
Desde el personaje central, Arsenio es una persona con defectos pero seductor al mismo tiempo. Que sabe mirar y dejar ceder la voz a los personajes que lo acompañan.
Cabe destacar la figura de Tante Therese, la entrañable tía que habla y ama por sus silencios.
Es muy convincente (e instantáneo en su evocación) el retrato del pueblo: ese ambiente algo decaído, vaciado, pero que acepta más colores (y tensiones y crímenes) de lo que cabría anticipar ojeando solo la «primera postal»
Eugenia García vive en Buenos Aires. Se recibió de abogada y por varios años se dedicó al asesoramiento de empresas. Con el tiempo fue alejándose de dicha actividad, realizó una Maestría en Antropología Social y retomo sus dos pasiones: la pintura y la escritura. Trabajó en una ONG dedicada a políticas públicas.