El sector del turismo rural ha calificado el cierre de alojamientos turísticos decretado a causa del coronavirus de “desastre económico” para las casas rurales, que además están viendo cómo cada vez más clientes cancelan reservas que habían realizado para otros periodos del año.
Según fuentes del sector consultadas por Efeagro, la expansión del coronavirus ha llegado además en una época crítica, ya que las festividades de Semana Santa y el comienzo de la primavera suelen generar la mayor cantidad de pernoctaciones del año para el turismo rural.
“En el momento en el que se estableció la alarma empezaron a llover las anulaciones. No es que ya no haya reservas, es que se están perdiendo las que había”, ha explicado a Efeagro el presidente de la Asociación de Profesionales del Turismo Rural (Autural), Francisco Parra.
Ha recordado que, aunque no haya clientes, “al final de mes los recibos siguen llegando”, por lo que pide a las administraciones que “echen una mano a los autónomos y a las asociaciones” que trabajan con autónomos y pequeños empresarios.
“Nuestras administraciones tienen que vernos como un factor de estabilidad, de desarrollo, para conservar los pueblos. Nosotros queremos vivir en nuestras casas y en nuestros pueblos, prestando un servicio turístico que esperemos que a partir de ahora se valore un poco más de lo que se ha estado valorando”, ha reflexionado Parra.
Desde el sector analizan qué medidas promover para mantener a flote a las casas rurales, ya que la crisis económica que va a generar el estado de alarma no permitirá que la gente destine sus ahorros al turismo.
“Habrá muchos alojamientos que van a verse obligados al cierre. De eso no hay ninguna duda porque la situación económica general es mala”, ha añadido.
El secretario de la Asociación Leonesa de Empresarios de Turismo Rural León (Aletur), Jesús del Río, ha insistido a Efeagro en que el panorama “pinta fatal”, ya que Semana Santa y primavera eran el “balón de oxígeno” del turismo rural.
Además, teme que, una vez comiencen de nuevo su actividad tras el estado de alarma, deban enfrentarse a un “gasto importante” por las reparaciones de maquinaria y equipos que puedan haberse estropeado por no haberlos utilizado tras varias semanas de inactividad.
Desde la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía (ARA), han asegurado que este “varapalo” al turismo rural también lo es para la economía de las zonas rurales, ya que este sector está compuesto en muchas ocasiones por empresas familiares.
“Al frente de los establecimientos turísticos del medio rural suelen estar empresas de vecinos que casi nunca vienen de fuera, no se marchan y se mantienen en mayor porcentaje y más tiempo que en la ciudad”, han destacado.
Estas empresas fueron lanzadas, además, tras “una fuerte inversión”, y corren el riesgo de no ver amortizada sus iniciativas, por lo que se mantienen a la espera de las ayudas que puedan provenir de las administraciones.
En este contexto, esperan el fin del estado de alarma para poner de nuevo en valor la importancia del turismo rural, con la mirada puesta inicialmente en el empuje que pueden aportar los turistas de proximidad.