Si bien el consumo de vino creció un 36,1 % durante este período que travesamos mundialmente, aun hay preocupación en le sector y novedades: Emilio Gonilski director comercial de la bodega Jorge Rubio, nos informa como representante del mundo de la vid acerca del estado del sector, la particular cosecha y los aumentos.
¿A dos meses del inicio de la cuarentena, cómo describirías el estado del sector y sus diferentes canales?
Nuestros principales socios comerciales, son los pequeños comercios y vinotecas, por lo cual son los eslabones donde tratamos de poner el foco en los últimos meses. La caída en la actividad de este canal, si bien fue abrupta en una primera etapa, con el correr de los días la situación fue normalizándose, claramente todavía falta mucho para volver a niveles previos a la pandemia, pero al menos gran parte de estos pequeños comercios ya está trabajando nuevamente bajo la modalidad delivery o takeaway.
El canal gastronómico, sin dudas, es el más afectado en esta coyuntura, muchos establecimientos han decidido cerrar temporalmente, otros no han podido continuar con sus operaciones y un número importante continúa trabajando a puertas cerradas. Hoy ya estamos trabajando en nuevas ideas que nos permitan acompañar al canal on trade en su recuperación en la medida que vayan flexibilizándose las restricciones.
¿Cómo han evolucionado los precios en el sector? ¿Cómo les afectó la inflación este año y en particular en estos meses de cuarentena?
Los precios de los vinos embotellados, en términos generales, se han mantenido o han sufrido una leve variación. Probablemente las restricciones para exportar, han obligado a volcar grandes volúmenes al mercado interno, con la consecuente puja competitiva.
En contrapartida, los costos de elaboración, han aumentado considerablemente de la mano del dólar, ya que gran parte de nuestros insumos están atados a la evolución de esta variable: levaduras, filtrantes, bactericidas, barricas de roble, los repuestos de las máquinas, así como también corchos, etiquetas y cajas. Otros factores que han castigado nuestros costos son la electricidad y el transporte.
¿Tienen previsto algún aumento?
Es difícil mantener ya no un margen adecuado, sino el que permita mantener el capital de trabajo. Los aumentos que realizamos deben ser considerados ajustes que siempre van “detrás” de los costos. En este momento tan complejo que estamos atravesando, hemos perdido en esta carrera.
Teníamos previsto realizar un ajuste a principio de junio, pero finalmente lo hemos pospuesto para julio. Siempre hemos sido cuidadosos en este aspecto y nos parece que es importante hacer un esfuerzo como forma de contribuir en esta situación. También consideramos que nuestra red comercial de distribuidores y vinotecas está en un momento delicado y queremos reforzar su actividad en una de las fechas más significativas para la venta de vino que es el Día del Padre.
¿Cuál es la situación en el mercado externo?
A nivel exportaciones, el comercio internacional, comienza a normalizarse progresivamente de la mano de la reapertura de las actividades en los mercados europeos y en parte de Latinoamérica. En las próximas semanas se estarán realizando despachos a Bélgica, México, Brasil y Venezuela.
Obviamente el turista está paralizado…
El turismo es sin dudas una fuente muy importante de ingresos para las bodegas de la región, en el último año la provincia ha recibido más de 1 millón de turistas en su mayoría provenientes de Brasil. En este sentido el impacto ha sido enorme ya que desde el 15 de marzo hemos suspendido las actividades y las visitas turísticas a nuestra bodega, reasignando a los colaboradores temporalmente a otras áreas.
¿Tenés algo para comentarnos sobre la cosecha 2020?
Diversos factores confluyeron para que esta vendimia fuera una de las más complejas que nos haya tocado en estos años. La maduración acelerada, las restricciones logísticas y de personal devenidas por la cuarentena y el escenario de incertidumbre, fueron grandes desafíos a resolver.
En términos de calidad, el resultado fue muy gratificante, teniendo en cuenta que los vinos aún son muy jóvenes, podemos destacar que los parámetros de color, estructura y acidez nos sorprendieron gratamente. Según nuestro equipo enológico, estamos ante una de las mejores cosechas de los últimos 15 años.
En cuanto a volumen cosechado ha sido inferior a otros años, por lo cual es probable un incremento en el precio del vino, lo cual es bueno porque beneficiará a los productores que se vieron directamente afectados por los bajos rendimientos producto de la falta de lluvias y la crisis hídrica que atraviesa actualmente nuestra provincia por las escasas nevadas en la Cordillera de los Andes.
¿En relación a los planes para este 2020, debieron realizar modificaciones?
La verdad que sí, por un lado, la suspensión de la emblemática Prowein de Alemania, a la cual ya estábamos casi viajando, nos obligó modificar nuestra agenda de comercio internacional, ya teníamos varias entrevistas pactadas con compradores que seguramente iremos retomando en la medida que los diferentes mercados vayan normalizándose. También, teníamos programados varios lanzamientos para el mes de abril, aprovechando los festejos del Día del Malbec, entre ellos, la presentación de un blend de Malbec elaborado sólo de cosechas premiadas que seguramente quedará para septiembre.
Ruta 143 y Calle F
5620 General Alvear
Mendoza, Argentina
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