Está comprobado que las aguas termales estimula el sistema inmunitario y promueve un aumento natural de la producción de endorfinas. También mejoran el proceso metabólico y facilitan la digestión, lo que permite producir un efecto depurativo en la sangre. Y por supuesto, dentro de todos sus beneficios, se incluye que relaja la tensión y disminuye los dolores musculares. Por ese motivo, Argentina es uno de los puntos turísticos más valorados para elturismo saludable.
Para el uso del agua termal se requiere antes aclimatarse, esperando unos minutos, para luego darse el primer baño. Es mejor ir poco a poco, y comenzar a activar la circulación sanguínea progresivamente: a medida que aumente la temperatura del agua en cada piscina, pero sin permanecer más del tiempo indicado. Y las mujeres embarazadas deben evitar el baño termal por recomendación médica.
En el país, los circuitos termales son los lugares indicados para llevar a cabo el denominado turismo saludable. La posibilidad de elegir un destino, dentro del territorio nacional, que pueda mejorar la condición física y mental se consolidó como una tendencia en los últimos años. En diversas regiones hay una gran variedad de espacios termales recomendados, no solo por sus propiedades beneficiosas, sino porque están ubicadas en entornos naturales que hacen más relajante la experiencia.
En Luján de Cuyo, Mendoza, se encuentran las Termas de Cacheuta. Allí, las aguas termales oscilan entre 28° C y 40°C en distintos manantiales para disfrutar de hidroterapia. El ingreso es a través del parque termal, donde también se encuentra un hotel con spa. El complejo tiene más de 10 piscinas de piedra natural, algunas techadas, burbujas termales, y juegos para niños. Además, hay un río lento de 270 metros, piscina de olas con chorro de 10 metros de altura, 3 toboganes y fango terapia.
El pueblo bonaerense de Carhué, al oeste de la provincia de Buenos Aires, posee las aguas mineralizadas del lago Epecuén que tiene una altísima concentración de minerales que la hacen hipermarina. El lago está clasificado como evaporita, es decir recibe excedentes de agua por lluvias y arroyos y en las épocas secas los evapora, generando así el decantamiento y conformando su única salinidad y mineralización natural. El Parque Termal Mar de Epecuén es uno de los lugares para disfrutar de las propiedades saludables, con piscinas termales y servicios de spa.
En plena yunga jujeña se encuentran las Termas del Jordán, pozos naturales de aguas termales que llegan a los 30° grados. Ubicadas en la localidad de San Francisco, cerca del Parque Nacional Calilegüa, las termas se esconden entre las montañas. Estas aguas termales se forman por el cauce del río Jordan y su cruce con el río termal que surge de una vertiente en el mismo lecho. Para llegar hasta allí se debe hacer una travesía de aproximadamente 16 kilómetros, que puede realizarse a pie o a caballo.
El Complejo Termas de Guatraché se ubica en la provincia de La Pampa, dentro del balneario Samuel Novick. Cuenta con dos piletas, una cubierta su uso en invierno, con aguas sulfatadas, cloruradas, cálcicas y magnésicas que son aconsejadas para pacientes con artrosis, artritis, lumbalgias y contracturas. También se pueden aprovechar los beneficios del fango, tanto para afecciones de la piel como para tratamientos de estética y belleza. El paisaje de la laguna se completa con los barrancos en los que se forman bosques de caldenes y algarrobos.
En Catamarca, en la localidad de Fiambalá emergen las termas homónimas. Cerca de la Cordillera de los Andes, las aguas curativas se concentran en 14 piletas de piedra cordillerana con temperaturas que varían entre los 28° C y 51° C. Fueron clasificadas como: Hipertermal, Sulfatada, Silicatada, Alcalina bicarbonatada y Clorurada débilmente. Entre sus propiedades, destacan que son altamente sedantes y relajantes del sistema nervioso, limpian los tejidos, desintoxican el organismo y permiten una mejora en la salud de los viajeros.